Cómo conseguir financiación para tu negocio verde

A medida que las consecuencias de la crisis climática se hacen más evidentes y dramáticas, más se mueve el enfoque de los mercados hacia alternativas sustentables. En este contexto, las oportunidades para desarrollar modelos de negocio verdes no dejan de crecer.

Un negocio verde es aquel en el que el enfoque está puesto en la sustentabilidad, en generar un aporte a la manutención y al mejoramiento del medioambiente. Este tipo de prácticas se pueden adoptar incluso en compañías con décadas de historia. Un claro ejemplo es la digitalización, que está en auge y que busca, a través de servicios de almacenamiento en la nube como el que ofrece Adobe (que, además, permite la conversión de archivos de Word a PDF y de PDF a Word), reducir o eliminar el uso de papel en las oficinas.

Como para cualquier otro modelo de negocio, los negocios verdes encuentran su mayor obstáculo en la búsqueda de fuentes de financiación, pero cuentan con una gran ventaja: tanto los bancos como los gobiernos y los fondos de inversión están buscando invertir cada vez más en compañías y emprendimientos que busquen reducir su huella ambiental o, aún mejor, generar un impacto positivo en el medio ambiente.

Lo primero a analizar a la hora de buscar financiación son sus formas más tradicionales como préstamos bancarios, fondos de inversión, programas de apoyo gubernamentales y aceleradoras de negocios, pero al tratarse de un negocio verde, es fundamental investigar sobre la posibilidad de acceder a programas especiales de financiación.

Un ejemplo de estos programas o mecanismos son los bonos verdes, emitidos por entidades públicas o privadas, que se diferencian por apuntar a la inversión en proyectos y negocios verdes, sustentables y socialmente responsables. Solo en 2021 se emitieron bonos verdes por un valor de 517.000 millones de dólares en todo el mundo.

La mayoría de los programas especiales de financiación verde apuntan a proyectos que se enfoquen en energías renovables y eficiencia energética, en la conservación de la biodiversidad, en la optimización sustentable del sector de logística y en el tratamiento del agua.

Otra buena idea es estrechar las relaciones con otros jugadores del mercado en el que opera el negocio verde para acercarse a otras formas de financiación, teniendo en cuenta que estas son relativamente nuevas y no cuentan con el nivel de difusión que cabría esperar. En este sentido, existen aceleradoras de negocios y espacios de trabajo compartido que son ideales para, y se enfocan en, emprendimientos sustentables.

En todos estos casos, es fundamental contar con información sólida y cuantificable tanto del negocio como del mercado y, a su vez, de las proyecciones a futuro. Es importante poder comunicar y demostrar que el negocio es realmente sustentable a todo lo largo del proceso, a la vez que explicar con exactitud cómo la financiación ayudará a desarrollar una estrategia sustentable de negocios que a su vez sea rentable y escalable.

Otro recurso que los emprendimientos verdes utilizan cada vez más es el crowdfunding, que es la utilización de una gran cantidad de inversiones muy pequeñas provenientes del público en general. Este tipo de financiación no es exclusiva de los negocios verdes, pero sí funciona mejor para ellos, ya que los consumidores son cada vez más conscientes de la crisis climática y de la necesidad de apoyar modelos de negocio sustentables.

En estos casos, la transparencia y una gran presencia en redes sociales puede ser el factor determinante para alcanzar los objetivos de financiación.

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