Google Play es víctima de engaño por parte de desarrolladores de juegos

abril 10, 2019 Desactivado Por Redacción Tecnoempresa

Foto: Cortesía de Google

Uno de los pendientes que tiene Google con los padres de familia y público infantil es la seguridad, pues en repetidas ocasiones se ha denunciado en YouTube que se suben videos con contenido inapropiado para los pequeños del hogar, situación que también se hace presente dentro de la plataforma “Kids” donde personas inescrupulosas camuflan contenido audiovisual de personajes de dibujos animados con el material malicioso.

Sin embargo, este mismo fenómeno se gesta en la Google Play, donde existen aplicaciones de juegos que presumen ser para los niños, pero, en su interior están plagados de violencia, geolocalización ilegal del usuario, cobros sin autorización por parte de los tutores de los menores, etcétera.

A pesar de que los de Mountain View establecen ciertos parámetros para que los niños puedan acceder a aplicaciones de juegos conforme a su edad, también es cierto que son los mismos desarrolladores de la “app” los que con dolo califican sus creaciones en la categoría PEGI 3, misma que se utiliza para garantizar que está enfocada y libre de contenido que pudiera perturbar a los infantes.

La razón por la cual los desarrolladores declaran que su aplicación encaja en el apartado PEGI 3, es para buscar presencia en el mayor número de dispositivos posibles; traducir esas descargas en beneficios económicos para su empresa. Cabe señalar que las diferentes clasificaciones del tipo “PEGI” son responsabilidad exclusiva del que sube su producto a la boutique de aplicaciones.

No obstante, los capitaneados por Sundar Pichai han respondido con eficiencia a los reportes que ubican a una aplicación que no cumple con los parámetros inherentes a su categoría; proceden a darlo de baja, aunque no le restringe una reincorporación a la Play Store, obviamente con una catalogación adecuada a sus prestaciones.

Una desventaja para el usuario de la tienda de aplicaciones es que en este servicio se confía más de la palabra del programador, pues necesitan llenar un formulario electrónico para asignarse categoría; la mano del humano es casi imperceptible para Google para este menester, en consecuencia no pocos desarrolladores han violado la política de uso del gigante de internet.

 

 

GAEL

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