Vivimos en un mundo que nos satura con información a cada segundo. A veces logramos seguirle el paso, pero otras, fallamos terriblemente, ¡y está bien! No somos robots de memoria ilimitada, por lo cual, de vez en cuando, necesitamos que nos echen una mano para recordar tal o cual cosa. La tecnología ha sido bastante eficaz en ese aspecto, los avances se vuelven más sorprendentes, especialmente en el aspecto de la comunicación. Te invitamos a conocer el ejemplo perfecto de lo recién mencionado.
La revolución de la marcación rápida que llegó para quedarse
Hace décadas, se solía escribir en una agenda todos los números de los contactos importantes, la llegada del celular facilitó esta tarea engorrosa, aunque no siempre nos salvábamos de tener que memorizar el teléfono de ciertas personas en casos de emergencia.
¿Qué habría sido de nosotros si, además de grabarnos en la memoria este y otro número, hubiéramos tenido que hacer lo mismo con el de nuestra farmacia de confianza? Imposible, estaríamos con el cerebro a punto de reventar (si no es que poco nos falta ya).
La marcación rápida apareció como solución a este problema de la vida moderna y la fórmula de diez dígitos que nos tocaba retener en la cabeza, disminuyó a seis, ¡incluso tres! Una victoria en verdad inolvidable.