5 tips para cuidar la piel sensible con tendencia al enrojecimiento

5 tips para cuidar la piel sensible con tendencia al enrojecimiento

abril 26, 2024 0 Por Cleanranks

La piel sensible con tendencia al enrojecimiento es un tipo de piel que reacciona de manera exagerada a ciertos estímulos ambientales, productos o incluso cambios en el estilo de vida. Estas reacciones pueden manifestarse como enrojecimiento, irritación, ardor o picazón, por lo que requieren cuidados especiales, como el uso de protectores solares dermatológicos

¿Qué es la piel sensible con tendencia al enrojecimiento?

Este tipo de piel también se conoce como piel reactiva o cuperosa, y es un tipo de piel que sufre de una inflamación crónica, manifestada por enrojecimiento, irritación y molestias como picazón, ardor o quemazón.

Su principal característica es que tiene una barrera cutánea más débil, que la hace más permeable a los irritantes externos, como las sustancias o el clima, y más susceptible a factores desencadenantes tanto internos (cambios hormonales, alimentación, etc.) como externos (detergentes, cosméticos, viento, etc.).

¿Cómo saber si tienes este tipo de piel?

Para poder identificar si sufres este tipo de piel, lo ideal es que sea un especialista quien te brinde un diagnóstico, a través de una consulta dermatológica. Sin embargo, algunos de sus síntomas son: 

  • Enrojecimiento: es el síntoma más común y puede ser temporal o permanente, y afectar a toda la cara o a zonas específicas como las mejillas, la nariz o la frente.
  • Vasos sanguíneos visibles: Se observan pequeños vasos sanguíneos dilatados en la superficie de la piel, lo que contribuye al aspecto enrojecido.
  • Quemazón y picazón: que pueden intensificarse con la exposición a ciertos desencadenantes, como productos irritantes o cambios climáticos.
  • Sequedad: este tipo de piel tiende a deshidratarse con facilidad, lo que puede agravar la irritación y el enrojecimiento.
  • Sensibilidad al tacto: puede reaccionar con dolor o escozor ante el roce o la fricción, lo que puede limitar el uso de ciertos productos o procedimientos de cuidado de la piel.

Ahora que hemos explorado en detalle qué es la piel sensible con tendencia al enrojecimiento y sus síntomas característicos, es importante abordar cómo cuidar y proteger este tipo de piel de manera efectiva.

1. Consulta a un dermatólogo

Como mencionamos, si notas algunas de las afecciones que enlistamos, el primer paso para cuidarla es consultar a un dermatólogo, quien es el especialista indicado para evaluar sus condiciones y recetar los tratamientos apropiados, que generalmente son productos de grado dermatológico, que se consiguen en una farmacia especializada.

Además, con base en su experiencia, el médico especialista te ayudará a identificar posibles desencadenantes de la sensibilidad y la hiperreacción de tu piel, con el fin de ofrecer recomendaciones personalizadas sobre la rutina de cuidado a implementar, para prevenir complicaciones y minimizar las molestias. 

Así que ya lo sabes, si experimentas enrojecimiento persistente, inflamación, picazón o molestias constantes, es crucial buscar orientación profesional lo antes posible.

2. Adopta una rutina de cuidado suave y no irritante

Otra acción que puedes tomar de forma inmediata es realizar cambios en tu rutina de cuidado, para verificar que esta sea lo suficientemente suave y no irritante. Esto implica:

  • Enfocarte en los pasos esenciales: limpieza, hidratación profunda, humectación y protección solar.
  • Interrumpir el uso de jabón en tu rutina de limpieza y buscar limpiadores suaves y sin ingredientes agresivos.
  • Elige productos libres de fragancias, alcohol, colorantes y otros ingredientes que pueden ser irritantes.
  • Evita frotar o exfoliar la piel con productos agresivos. Realiza movimientos suaves y delicados al aplicar los productos.

Te recomendamos escuchar a tu piel. Es decir, observar cómo reacciona a los productos y eliminar cualquiera de ellos que cause enrojecimiento, irritación o molestia.

3. Usa productos específicos para tu tipo de piel

Las investigaciones para el desarrollo de productos dermatológicos con contenido de ingredientes activos de gran eficacia, avanzan rápidamente para dar lugar a tratamientos específicos para pieles con enrojecimiento. 

Por ejemplo, una excelente opción para aquellos con piel sensible es la línea de productos Ruboril Expert del laboratorio Isispharma. Esta gama ofrece una variedad de soluciones diseñadas para reducir la irritación y fortalecer la barrera cutánea. 

Dentro de sus principales ingredientes activos se encuentran la vitamina B3, la Betaína, el ácido β-glicirretínico y extractos vegetales como la centella asiática, caléndula, castaño de Indias y regaliz. Busca estos productos en farmacias dermatológicas como Haut Boutique, donde también recibirás asesoramiento experto sobre cómo incorporarlos a tu rutina de cuidado diario.

4. Protege tu piel del sol

Una de las medidas más recomendadas para prevenir el enrojecimiento, y proteger la piel sensible de los daños causados por los rayos UV, es evitar asolearse y usar productos de protección adecuados.

Lo ideal es elegir un bloqueador solar:

  • De tipo mineral, que al no absorberse en la piel, es el más recomendado para pieles sensibles.
  • Busca que sea de amplio espectro, con un Factor de Protección Solar (SPF) de al menos 30.
  • Debes aplicarlo generosamente todos los días, 15 minutos antes de salir al exterior, incluso en días nublados. 
  • Reaplicarlo cada 2 a 3 horas durante el día, incluso con más frecuencia cuando existe mucho sudor o si nadaste.

Además, considera usar sombreros de ala ancha y ropa protectora cuando estés al aire libre para minimizar la exposición al sol.

5. Maneja los brotes de sensibilidad con cuidado

Finalmente, debes saber que los brotes de sensibilidad pueden presentarse de vez en cuando, incluso con la mejor rutina de cuidado de la piel. Por lo tanto, cuando esto ocurra, es importante manejarlo con cuidado. 

Lo más recomendable es evitar la exposición al sol o agentes externos, suspender el uso de productos exfoliantes o tratamientos agresivos durante este tiempo, así como mantener tu rutina de cuidado facial lo más simple posible hasta que la piel se calme.

Opta por productos suaves y calmantes. Existen lociones, leches o geles a base de extractos naturales y otros ingredientes calmantes que brindan alivio y mejoran la microcirculación cutánea.

Conclusión

Cuidar la piel sensible con tendencia al enrojecimiento requiere una combinación de conocimiento, atención, cuidado y paciencia. Recuerda que puedes empezar con cambios en tu rutina de skincare, tener precaución con los productos que te aplicas, para verificar que sean específicos para tu tipo de piel y que sean de grado dermatológico.
Además, es importante siempre consultar a un dermatólogo para obtener orientación personalizada y ajustar tu rutina de cuidado según las necesidades y características de tu piel. Con la atención adecuada puedes disfrutar de una piel radiante y sin enrojecimiento todos los días.

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