Ya lo advertíamos la semana pasada en este espacio, tal vez a China se le estaba pasando la mano con las medidas sanitarias. Los resultados del PIB nacional, comparados con los del PIB de Shanghái; demuestran que su política de Cero Covid estaría aplastando la actividad económica local llevándose en las espuelas a la economía global.
El PIB de Shanghái creció en el primer trimestre de este año apenas 3.1% mientras que el PIB de China subió 4,8%, demostrando que los confinamientos masivos en la ciudad portuaria china ante el aumento de la Covid, ha frenado el crecimiento económico.
En ese entorno, vale recordar que el jueves pasado el presidente de la FED de EU, Jerome Powell; dio señales de que en la reunión del 4 de mayo podrían subirse las tasas en 50 puntos base y que en las próximas dos reuniones los incrementos serían de hasta 75 puntos.
La semana pasada también advertimos de las señales que enviaría Powell en su discurso en el marco de la reunión de primavera del FMI sobre la política monetaria de EU. Tal parece que la combinación de la contracción china con el anuncio de inminentes alzas (y más agresivas) en las tasas de interés en Estados Unidos; nos presentan un panorama en el cual será difícil escapar de la recesión que, junto con la inflación; estaríamos viendo venir una estanflación.
El próximo jueves se sabrá el dato del PIB en Estados para el primer trimestre de este año y los analistas ya dan por descontando una desaceleración cercana a 1% respecto al año pasado; no obstante; será el momento oportuno para saber de qué tamaño ha sido el efecto de la guerra en Ucrania y los efectos de las sanciones económicas a Rusia.
Por cierto, las elecciones en Francia no da buenos augurios para los defensores del mundo libre porque uno de los promotores del boicot económico contra Rusia; Emmanuel Macrón, ganó prácticamente de panzazo la presidencia de ese país, dejando una seria división social entre los franceses.
Tal vez no te des cuenta, pero el apretado triunfo de Macron (58.5%) sobre Marine Le Pen (41.5%), lleva a la necesidad de contar con un gobierno equilibrista pues el más mínimo descuido será castigado pronto por los franceses en las urnas. Es oportuno recordar que en los próximos meses se realizarán elecciones legislativas en Francia donde se podrá constatar si el presidente Macron tiene el respaldo y la fuerza popular para seguir con su guerra económica contra Rusia o solamente fue un voto anti Le Pen.
Si los franceses, como ya se vio el domingo, no están convencidos de que el presidente está haciendo un buen trabajo; cualquier movimiento geopolítico que afecte sus bolsillos, como la reforma a las pensiones o un mayor efecto bumerang por la guerra contra Rusia; se lo van a cobrar a Macron el próximo 12 junio y ahí sí, la ultraderecha francesa amenazará la estabilidad de la Unión Europea. Al tiempo.
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