La verdadera gran oportunidad de Tigres; por Fernando Galván

Tigres salió derrotado en la final del Mundial de Clubes, lo hizo en una exhibición de futbol que ha dejado múltiples lecturas, los que están a favor de lo desplegado por el equipo de Ferreti dicen que supo maniatar a un Bayern que ganó gracias a una jugada ilegal, alegan mano de Lewandowski.

Los otros, argumentan que los felinos son un equipo chico y ratonero que no le planteó cara al juego europeo de alta intensidad.

Para mí, Tigres hizo lo que tenía que hacer, y eso era resistir el embate de los alemanes a como diera lugar, y en cierto modo lo logró, no hubo un marcador de escándalo en sacrificio de una ofensiva que no generó oportunidad alguna de gol.

Era de esperarse, Tigres está acostumbrado a envolver a sus rivales con un soporífero ritmo y hoy que enfrentó a un tren bala, no supo cómo enfrentar esas velocidades y precisión, tanto así, que el Bayern sin tanto esfuerzo condicionó a su favor el partido.

La realidad, o una de ellas, dice que se evidenció el nivel de competitividad de ambos equipos, algo incluso lógico, comparar a los regios con los bávaros es una verdadera locura. No solo eso, sino que se puso en su sitio a aquellos que se envuelven en el patriotismo así como a los que solo ven granos en el arroz.

PUNTO DE INFLEXIÓN.

Y aquí es donde nace el punto de oportunidad; en días pasados y seguramente otros más, seguirá la discusión sobre si Tigres es grande, si es en verdad ese equipo que marca tendencia o solo fue consecuencia de un buen momento; si la institución universitaria quiere trascender deberá meter el acelerador en una transformación de juego, en ser más intenso y menos canchero.

Deberá lograr ser constante en la mayoría de sus partidos y ser más concreto a la hora de estar de cara a la portería rival. Lo bueno es que parte de una identidad bien sustentada, que es el trabajo que ha hecho Ferreti, pero que deberá revolucionar para, ahora sí, dar ese salto de calidad que mitigue las dudas a sus métodos de trabajo.

No se debe menospreciar lo hecho por los felinos en esta edición del Mundial de Clubes, se sentó un precedente de competitividad y mentalidad, se puede aspirar a ser campeón, pero se deberán pagar las consecuencias que trae ser novatos en estos menesteres.

Tigres volverá a la liga mexicana con la frente en alto, pero ahora su deber es mantenerse como ese aspirante a ganarlo todo, sino, como le pasó al Toluca o al Pachuca, todo quedará en simples remembranzas de épocas mejores.

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