En ese tenor, Estados Unidos advirtió que en caso de que España pretenda seguir adelante con la iniciativa de tasar extraordinariamente las actividades de las empresas tecnológicas (particularmente las de capital estadounidense), ellos comenzarán a instaurar el cobro de pagos complementarios a los productos españoles que se importen a la Unión Americana.
La administración de Trump informó que las negociaciones para evitar el cobro de una tasa especial aplicable a las empresas tecnológicas en España están paralizadas; al no tener una resolución que beneficie a compañías como Amazon y Google en suelo ibérico ya están analizando la sinergia para instaurar aranceles a las importaciones provenientes de la “Madre Patria”.
No obstante, el gobierno estadounidense sigue pujando porque no se les imponga nuevos impuestos a las compañías tecnológicas porque desde su perspectiva son las que permiten innovación que resulta más rentable al largo plazo; el incremento fiscal sólo provocaría que las empresas aumenten el costo de sus productos y servicios en detrimento del consumidor.
Cabe señalar que existen voces como las de una gran mayoría de naciones integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que están a favor de una retribución equitativa de este sector empresarial, que tan sólo en Europa estaría logrando una recaudación especial de más de dos mil millones de euros en el futuro inmediato.
En Francia en el verano del año pasado se aprobó un impuesto local que permitía gravar con un 3% a las compañías que obtuvieran ganancias por 25 millones de euros en suelo francés, o bien, 750 millones de euros de beneficios provenientes de sus actividades comerciales en todo el orbe, pero con presencia en suelo galo.
Sin embargo, esa medida se suspendió derivado de la vieja y confiable estrategia estadounidense de amenazar con el pago de aranceles a los productos importados de las naciones que quieran incrementar la carga tributaria; misma que ya ha sido aplicada para China, aunque para el caso del gigante asiático, los estadounidenses recularon en esa decisión.
GAEL