Aumentó Pobreza Infantil y Adolecente en México en 2020, Coneval

Aumentó Pobreza Infantil y Adolecente en México en 2020, Coneval

mayo 16, 2023 Desactivado Por Redacción Tecnoempresa

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en México y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) presentan el documento Pobreza infantil y adolescente en México 2020, que muestra la incidencia de la pobreza multidimensional en hogares con niñas, niños y adolescentes (NNA), cómo afecta esta situación a grupos específicos de la infancia y la adolescencia.

Históricamente, la infancia y la adolescencia han presentado mayor incidencia de pobreza que el resto de la población, por tanto, es el grupo poblacional que enfrenta las mayores brechas de desigualdad. Por ello es importante visibilizar la situación de pobreza en hogares con NNA y contar con análisis y diagnósticos que permitan a los tomadores de decisiones orientar las acciones de política pública para asegurar el bienestar y la garantía integral de los derechos de la infancia y la adolescencia en México.

Principales hallazgos

Entre 2018 y 2020 se observó un incremento de la pobreza en la población infantil y adolescente de 2.3 puntos porcentuales, pasando de 50.3% a 52.6%; este aumento se debió en gran parte a la crisis de los ingresos familiares como consecuencia de la pandemia por COVID-19. El incremento en la pobreza extrema fue el principal componente que empujó el aumento de la pobreza infantil; de 2018 a 2020 la pobreza extrema pasó de 8.7% a 10.6% en la población de 0 a 17 años.

  • Las niñas y niños en la primera infancia (0 a 5 años), así como la población infantil y adolescente que pertenece a un grupo étnico presentaron condiciones de mayor pobreza que el resto de los NNA. En 2020, el 54.3% de la población en primera infancia se encontraba en situación de pobreza, frente al 52.8% de la población de 6 a 11 años y el 51% de las y los adolescentes. Para el caso de los NNA que hablan una lengua indígena, 9 de cada 10 estaban en situación de pobreza.
  • La carencia por acceso a la seguridad social registró los porcentajes más altos de todas las carencias presentes en NNA. En 2020 el 58% de la población infantil y adolescente no tenía acceso a la seguridad social, la carencia social más pronunciada para NNA, así como para el resto de la población. La carencia por acceso a los servicios de salud fue la que más aumentó entre 2018 a 2020, al pasar de 14.3% a 27.5%, lo cual evidencia la pertinencia de mayor atención a la transición entre el Seguro Popular hacia los nuevos mecanismos de atención en salud para la población infantil y adolescente en México.
  • La disparidad territorial de la pobreza evidencia que en Chiapas y Guerrero, 8 de cada 10 NNA se encontraban en situación de pobreza en 2020, mientras que en entidades del norte del país como Baja California, Coahuila, Chihuahua y Nuevo León, 3 de cada 10 presentaban esta condición.
  • En las localidades rurales, la pobreza extrema en población infantil y adolescente fue casi 4 veces mayor que en las localidades urbanas de 100 mil habitantes o más. Sin embargo, la vulnerabilidad por ingresos es mucho mayor en las grandes zonas urbanas que en las rurales. Esto puede asociarse con las características de los mercados laborales; la informalidad en el empleo, la falta de acceso a un salario digno y a programas de protección social que reconozcan las características de los hogares pobres urbanos.

Recomendaciones

  • La pobreza infantil y adolescente requiere de una acción coordinada, oportuna y en la escala apropiada por parte del Estado, enfocada particularmente en los hogares que cuentan con ingresos menores a la Línea de Pobreza por Ingresos.
  • Es necesario ampliar la cobertura de los programas de protección social para cubrir todos los rangos de edad, especialmente la primera infancia (de 0 a 5 años) y NNA que pertenecen a grupos étnicos. Esto puede llevarse a cabo a través de un conjunto de acciones integrales y articuladas que combinen programas de transferencias no condicionadas y servicios complementarios de alimentación y cuidado infantil, especialmente para aquellos que carecen de seguridad social.
  • La pandemia por COVID-19 dejó clara la necesidad de fortalecer y ampliar los programas de protección social para que los hogares más vulnerables puedan estar más y mejor protegidos frente a las crisis que se presenten en el futuro.

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