Programa Jóvenes Construyendo el Futuro Efectivo ante Pandemia, STPS

Programa Jóvenes Construyendo el Futuro Efectivo ante Pandemia, STPS

septiembre 23, 2021 Desactivado Por Redacción Tecnoempresa

El programa Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF) mostró su efectividad durante la pandemia y permitió que 5 de cada 10 participantes encontrará trabajo, al tiempo de que sirvió como una red mínima para proteger a sus familias, principalmente de los grupos más vulnerables, como los indígenas.

Así lo establece el estudio “El efecto del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro durante la Pandemia”, elaborado por la oficina de la Presidencia y la Dirección Técnica Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI), y presentado este día por su presidente, Luis F. Munguía Corella, acompañado de la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa Alcalde Luján.

El análisis, basado en datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2020, levantada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), señala que el programa cumple con el objetivo de insertar al mercado de trabajo a la población más joven.

En promedio, los egresados del programa tienen el doble de probabilidad de encontrar trabajo comparado con aquellos que no están en el mismo (46.2% contra 23.6%). Es decir, 5 de cada 10 jóvenes que pasa por el programa encontraron trabajo durante la pandemia.

Cuando se hace una evaluación de impacto, es decir, cuando se compara con jóvenes que tienen las mismas características que los beneficiarios, el programa Jóvenes Construyendo el Futuro incrementa en 26.7% la probabilidad de que las y los jóvenes encuentren trabajo.

El programa también sirvió como una red mínima para proteger a las familias de los jóvenes más vulnerables durante la pandemia de 2020, ya que les aseguró ingresos, brindó acceso a los servicios de salud y redujo la probabilidad de que un hogar con algún beneficiario del programa se quedara sin comer en la pandemia.

Gracias al programa, los jóvenes tuvieron ingresos de 8,222 pesos trimestrales (2,741 mensuales) adicionales respecto a jóvenes que no estudian ni trabajan, tanto en el área urbana como rural.

El programa tuvo un impacto alto y significativo en el acceso a la salud. Gracias al programa los jóvenes beneficiarios tuvieron 20.1% más probabilidad de acceso a la salud que si no hubieran sido beneficiarios del programa. Lo cual resultó vital en el periodo de pandemia.

El programa redujo la probabilidad de que un hogar se quedara sin comer en 3.4%, el efecto fue mayor en el campo (6.7%).

Cuando se compara la situación de los jóvenes beneficiarios contra los jóvenes que se encontraban trabajando durante la pandemia, el nivel de bienestar e ingreso del hogar es mejor, por lo que el programa además logró sostener familias de jóvenes en condiciones similares a las que no perdieron su trabajo.

En promedio, los hogares con jóvenes construyendo el futuro tuvieron un nivel de vida muy cercano al que tuvieron hogares donde había jóvenes empleados. En el caso de las áreas rurales, los beneficiarios del programa tuvieron mayor bienestar que aquellos que estaban trabajando. Su ingreso por hogar fue 2,035 pesos superior y también su acceso a la salud y comida.

El programa, de acuerdo a las características demográficas, benefició en mayor medida a las mujeres, que representan el 58.8%. Mientras que, por tipo de localidad, el 44.3% eran de una zona rural. En cuanto al estado civil, la mayoría (55.8%) respondió estar soltera. El 42% de los entrevistados se consideró indígena. Por estados, la mayor parte de los beneficiarios se ubicó en Chiapas (17.6%), seguido de Veracruz (11.9%) y Tabasco (11.7%).

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