La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de los Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) informó que los dueños de algún vehículo deportivo utilitario (SUV) Model X del año 2016 tendrán que acudir a un centro autorizado para revisar que sus coches no sean susceptibles de este posible error en su manufactura.
Conforme a la NHTSA, el error en el ensamble de la pieza comenzó en la preparación de la superficie previo a la adhesión de la pieza; durante el movimiento del vehículo esa pieza se puede desprender, situación que en un grado simple sólo provocaría afectaciones estéticas, pero a altas velocidades podría causar percances a terceros.
No obstante, la automotriz propiedad del magnate Elon Musk aseguró que se encargará de notificar a los propietarios de los autos susceptibles a esta revisión, mismos que no tendrán que desembolsar ningún dinero para la corrección de ese fallo; también aprovecharán para invitar a los poseedores de poco más de cuatro centenas del Model Y, que también podría presentar este defecto.
Por otra parte, el llamado para la revisión técnica por el desprendimiento de la moldura no es exclusivo para suelo estadounidense, pues en China se hizo esa invitación a los poseedores de un Model X ensamblado entre mediados de marzo y finales de julio del 2016 para checar que sus vehículos no tengan ese problema de adherencia en la moldura del techo.
A esta revisión técnica se suma al freno que las autoridades chinas impusieron a 30 millares de unidades de coches Tesla, mismos que mostraban una serie de defectos en la suspensión que comprometían la calidad del auto. Los coches de la empresas que patentó el “Autopilot” han tenido una gran aceptación dentro del “Gigante Rojo”, pues lo ven como un aliado en su misión de reducir la emisión de gases de efecto invernadero en las grandes urbes.
GAEL