Sigue sonando el nombre de este fondo como uno de los principales promotores de la estrategia de tomas hostiles (“matanga dijo la changa”) de empresas financiadas, usando como pretexto los nobles esfuerzos del Banco Mundial, a través de la Corporación Financiera Internacional (IFC), para canalizar recursos hacia actividades y proyectos a favor del desarrollo de algunos países.
Lo malo es saber que la IFC respalda 25 por ciento de las acciones de Alta Growth y que también cuenta con la palanca accionaria de Nafin, que tiene 17 por ciento de los títulos del fondo de inversión, sobre todo en el contexto de un incremento en el número de quejas de varios empresarios sobre Alta Growth van a la alza, en torno al manejo que dan a dicho fondo.
No solo se han quejado por la toma hostil de varias empresas, como la de distribuidora de diésel marítimo Bunker’s, que fuera de Luis Medina, sino también de otras operaciones similares, como cuando se quedó con el control de la cadena de tiendas Maskota, así como con la fabricante de remolques para tractocamiones Fruehauf. Por ello, ¿no sería pertinente que Nafin y el Banco Mundial realicen una revisión de sus fondos financiados? Y por cierto, si tú eres emprendedor o scale-up, ten cuidado con este fondo no vaya a ser la de malas.
Aguas
En las próximas semanas vas a oír mucho acerca del manejo y gestión del agua, no solo por algunos foros que se avecinan, sino por la próxima temporada de lluvias que nos lleva a la misma pregunta de hace años: ¿cómo le hacemos para utilizar de manera eficiente nuestros recursos hídricos?
Por eso, no te hablo de la polémica que crecerá sobre la presunta privatización del agua y solo te comparto unos datitos para dejarte con la curiosidad y puedas encontrar al candidato presidencial que tiene una de las propuestas más interesantes para dejar de desperdiciar recursos monetarios e hídricos para cumplir con el derecho humano de llevar agua a los mexicanos.
Solo te digo que de 2013 a 2018 el presupuesto para la Comisión Nacional del Agua se redujo casi 38 por ciento, de ahí, el gasto en inversión bajó 52 por ciento. Eso no es todo, de 2016 a la fecha, el presupuesto del programa de agua potable alcantarillado y saneamiento se desplomó 64 por ciento. ¿Ya viste dónde está fuga? Luego le sigo.