El Tío GIN y la grilla, columna de @hugogonzalez1
octubre 7, 2020Lo bueno de escribir sin muchas presiones o compromisos es que te puedes animar a soltar algunas opiniones sin el temor de ser despedido, regañado o bloqueado. La neta, pensé mucho antes de escribir este rollo pues por un lado me autocensuraba y por otro no quería sonar descortés o demasiado lambiscón.
A raíz del escándalo suscitado por la revelación de que una vicepresidenta de GINGroup participaba como una de las más visibles patrocinadoras de las protestas de feministas en las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; quise externar mi opinión sobre lo que a mi me parecen pleitos gratuitos surgidos de la intolerancia y la falta de diálogo.
Por parte de mis cofrades y camaradas de la chairiza tuitera y yutubera me parece exagerado e injusto el linchamiento sufrido por Raúl Beyruti Sánchez, presidente de la firma especializada en el manejo de capital humano, pero por parte de la ex directiva de GINGroup que apoyó a las feministas; me parece una falta de tacto, sensibilidad y tablas, atreverse a poner en entredicho la labor de esta empresa líder del outsourcing o la tercerización; a menos que haya sido de manera deliberada.
No soy ingenuo y creo que es viable pensar que la feminista participaba en dichas protestas con el conocimiento y tal vez el beneplácito del Grupo, sin embargo; no hay pruebas de ello, así como tampoco hay pruebas de que esta empresa opere de manera irregular como lo han denunciado muchos de sus competidores desde hace años.
Lo único que a mi me consta es el buen trato y la amabilidad con la que el doctor Raúl Beyruti me ha tratado en los últimos años y me queda claro que es un empresario que busca lo mejor para sus clientes y sus trabajadores. Estoy seguro de que es un mexicano que quiere lo mejor para el país y por ello le envidio su visión, su esfuerzo y preparación. Tal vez sus métodos o sus estrategias no sean del todo honestas y honorables, pero repito; no tengo pruebas de ello y sus competidores o sus detractores no han encontrado o no se han atrevido a revelar información que incriminen al empresario conocido por algunos como El Tío GIN.
Lo que también me consta es que El Tío GIN se ha rodeado de personas cuyo perfil no le ayuda mucho en su estrategia que, en los dichos; se oyen muy bien y hasta parece patriota.
Pero si El Tío GIN realmente quiere y lucha por lo que pregona, es decir; el crecimiento de México, la prosperidad de sus ciudadanos y la felicidad de sus trabajadores; creo que debería analizar quién le habla al oído y quién le orienta en sus estrategias de cabildeo político y de grilla empresarial pues más que ayudarle, le perjudican. A menos que su verdadera intención sea el enfrentamiento y la grilla alejándose de la tolerancia y el diálogo político. Sinceramente lo dudo.
Todo esto me incita a la redacción de este rollo porque apenas unos días después de que su nombre y el de su empresa fue aludida en todos los medios como parte de una estrategia conspiracionista y patrocinadora del golpeteo político; Raul Beyruti anuncia su desinversión en el diario El Economista para dedicarle más tiempo a actividades relacionadas con el capital humano.
Dicen que al vender el 19% que tenía en El Economista, el empresario quiere ser menos visible y de bajo perfil, pero a mi me suena que se ha decepcionado del papel que ha jugado la prensa y sus mijitos de la pluma fácil en la defensa de sus intereses y sus empresas.
El Tío GIN seguirá con otros proyectos de medios de comunicación, pero al decir que respeta la libertad de expresión de los colaboradores de sus medios pero que dichas opiniones no representan la opinión del grupo; me suena a que pronto dejará de ser el mecenas de medios de comunicación o periodistas tradicionales.
Si resulta cierto lo lamentaré mucho, sobre todo en estos momentos que muchos colegas han extraviado el rumbo y cuya honestidad o congruencia se han calibrado con el peso de las transferencias electrónicas o cheques con varios ceros.
Con todo aprecio para El Tío GIN, desconfíe de quién siempre le da la razón. No nos falle.