Condiciones Sociodemográficas Mantienen  Brecha Salarial entre Hombres Y mujeres

Condiciones Sociodemográficas Mantienen Brecha Salarial entre Hombres Y mujeres

abril 1, 2024 Desactivado Por Edgar Amigón Dominguez

A pesar de los aumentos a los salarios mínimos durante la actual administración, aún persiste la brecha de ingreso entre mujeres y hombres, debido a las condiciones sociodemográficas.

Esto es estado civil, presencia de infancias, grados de estudios y flexibilidad para participar en horas extras, factores que afectan empleabilidad e ingresos de las mujeres.

La Dirección Técnica de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos Conasami) presentó al Consejo de Representantes el Informe Mensual sobre el Comportamiento de la Economía correspondiente al mes de marzo, donde se incluyó un estudio sobre la brecha salarial de género, utilizando datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

En el estudio destaca que los incrementos al salario mínimo han ayudado a impulsar el salario de las mujeres trabajadoras, en particular de aquellas que menos ganan, pero aún persisten las brechas de participación y salariales con respecto a los hombres,

Una de las explicaciones es la manera en que los centros de trabajo de determinadas ocupaciones y/o sectores dan incentivos a personas que trabajan más horas, perjudicando principalmente a las mujeres que demandan mayor flexibilidad en sus horarios de trabajo o que no pueden trabajar horas extra por las labores no remuneradas que realizan en sus hogares.

Bajo ese contexto se realizó un ejercicio para estimar la brecha salarial entre hombres y mujeres para diferentes rangos de jornada laboral: para las personas que trabajan más de 48 horas a la semana, de 40 a 48 y de 35 a 40 horas. Se tomó el salario promedio por hora de la población ocupada, subordinada y remunerada, asalariada, de 25 a 54 años de edad para calcular la brecha salarial[1].

Se encontró que la brecha salarial de género para el grupo de las personas que trabaja más de 48 horas a la semana es de a 20.3%. Para las personas ocupadas de 40 a 48 horas es de 18%; por último, para las personas ocupadas que trabajan de 35 a 40 horas los resultados son cercanos a cero y son no significativos, por lo que no se puede hacer inferencia de este grupo.

En el estudio también se agregó una estimación de la probabilidad de las mujeres de participar en el mercado laboral. De los resultados destaca que las mujeres casadas tienen una probabilidad 21.5% menor de participar respecto a aquellas que no están casadas; la presencia de infancias de hasta 5 años y de infancias de 6 a 12 años reduce la participación en 7.1 y 2.8%, respectivamente, en comparación con aquellos hogares sin infancias.

En el caso contrario, se observó que, a mayor escolaridad mayor es la posibilidad de ser parte de la fuerza de trabajo, con una probabilidad de participar 31% superior para las mujeres con estudios universitarios y de posgrado respecto a aquellas que no tienen la educación básica terminada.

Dados estos resultados, se evidencia que la brecha salarial de género crece dependiendo las ramas de actividad y de ocupaciones, así como si se tiene una jornada laboral más extendida.

Por lo anterior, se hace hincapié en que es necesario redistribuir los trabajos de cuidado y de trabajo no remunerado en los hogares, los cuales recaen principalmente en las mujeres.

De igual manera, que las empresas permitan acceder a puestos jerárquicos altos a más mujeres y posibiliten la flexibilidad de horarios sin que eso afecte negativamente sus percepciones salariales o las posibilidades de ascensos. 


[1] Se consideraron las diferencias por características sociodemográficas y laborales como: estado civil, edad, nivel de escolaridad, ser jefa o jefe del hogar, la presencia de infancias de hasta 5 años y de 6 a 12 en el hogar, entidad de residencia y condición de formalidad.

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