Modelo de costos, la batalla que sigue// Columna de @hugogonzalez1 en Milenio
octubre 20, 2017Soy de los convencidos que, como en la escuelita, no hay temas complicados sino malos maestros, por eso es una fortuna encontrar gente que puede ayudarte a entender asuntos que parecen cosas del demonio. Así, los expertos de The Competitive Intelligence Unit (The CIU), comandados por Ernesto Piedras, nos ayudan a entender por qué el diseño de un correcto modelo de costos es vital para definir una tarifa de interconexión justa y asimétrica que ayude a la competencia en México.
Como sabes, la Suprema Corte echó abajo la llamada Tarifa Cero y ordenó al Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) imponer un nuevo régimen tarifario que incentive la competencia en beneficio del consumidor, el cual debe diseñarse considerando mejores prácticas internacionales y basado en un modelo de costos. Tener un mal modelo implica tener malos resultados.
En el mundo existen varias referencias de modelos. La Comisión de la Unión Europea recomienda usar el que toma en cuenta Costos Incrementales de Largo Plazo (CILP); la Unión International de Telecomunicaciones tiene un software para el cálculo de tarifas de interconexión basado en la idea de que los costos estén repartidos entre todos, y el Banco Mundial tiene un modelo diseñado para los países en vías de desarrollo también basado en CILP, pero haciendo diferencias por redes y regiones.
En México, el Ifetel ha optado también por el modelo CILP, pero usando el método conocido como Bottom-up, el cual crea un escenario de una empresa hipotéticamente eficiente en un mercado competido. La principal crítica al modelo usado por el Ifetel es que supone cuotas de mercado incongruentes (y de risa) respecto a la configuración real del mercado mexicano pues para determinar las tarifas en redes fijas estima un operador incumbente con 64 por ciento del mercado y otro operador alternativo con 36 por ciento. Lo malo es que en la realidad mexicana ese 36 por ciento lo comparten por lo menos siete operadores. Para determinar las tarifas en redes móviles supone un solo operador alternativo con 16 por ciento de cuota de mercado, cuando en realidad solo hay uno con 11 y otro con 23 por ciento del mercado.
Asimismo, el modelo del Ifetel contiene una sobre o subestimación de niveles de inflación y tipo de cambio y supone que los activos físicos de los competidores tienen una mayor duración que los del grandote. Es difícil explicarlo en pocas palabras, pero a groso modo son algunas de las críticas al modelo de costos usados por el Ifetel y que, de no corregirse, derivarán en una tarifa de interconexión poco asimétrica en perjuicio de la competencia, de los operadores y de sus clientes.
Se van por los ‘chescos’
Mientras en México algunas organizaciones de la sociedad civil quieren lucrar con la desgracia de los terremotos y aumentar el IEPS a los refrescos para la reconstrucción de las poblaciones afectadas, en el condado de Cook, Chicago, EU, se anuló el impuesto de un centavo de dólar por cada onza de las bebidas azucaradas, porque ha enfrentado la oposición de casi 80 por ciento de la ciudadanía.