Mexicanos combinan entusiasmo y cautela ante la tecnología
abril 23, 2025
Un estudio de NielsenIQ México mostró que 39% de los mexicanos expresó entusiasmo por el avance tecnológico, cifra superior al promedio latinoamericano. No obstante, también reveló un alto nivel de precaución: 63% de los consumidores prefiere esperar antes de comprar nuevos productos hasta conocer experiencias ajenas o resultados comprobables.
El estudio atribuyó esta actitud a un perfil de consumidor informado, que prioriza valor real, confianza y beneficio comprobado. Este comportamiento no implica un rechazo hacia la tecnología, sino un proceso más racional de adopción frente a un mercado en constante cambio.
NielsenIQ identificó que, pese al crecimiento de la industria tecnológica, el consumidor mexicano enfrenta barreras económicas y sociales que condicionan su comportamiento de compra. La empresa detectó tres principales preocupaciones: crimen e informalidad, con 49% de menciones; inflación y precios altos, con 41%; y ingresos insuficientes, con 21%.
Estas condiciones derivan en decisiones de compra más racionales. En este contexto, las marcas deben presentar propuestas claras y funcionales que respondan a las prioridades del consumidor. El entorno económico actual limita el margen de error para empresas que buscan introducir nuevas tecnologías en el mercado mexicano.
A pesar de estos obstáculos, la tecnología tiene una presencia constante en la vida cotidiana de los mexicanos. Según NielsenIQ, 74% utiliza smartphones, 64% cuenta con una Smart TV y 58% emplea audífonos inalámbricos. Estos datos reflejan una adopción significativa de dispositivos tecnológicos, aunque mediatizada por criterios de funcionalidad y valor percibido.
El análisis también abordó aspectos emocionales y conductuales. 44% reconoció que le cuesta desconectarse de la tecnología, mientras que 48% declaró sentirse cómodo con que los dispositivos los conozcan mejor. Por otra parte, 33% aceptó compartir datos personales a cambio de beneficios o personalización, lo que indica una apertura parcial a la cesión de información, condicionada por el retorno que perciban.
Este panorama sugiere un consumidor exigente, que valora la tecnología pero también evalúa los riesgos y beneficios. Para las marcas, la clave no radica únicamente en la innovación, sino en lograr una conexión auténtica con las necesidades del usuario mexicano.
NielsenIQ concluyó que el vínculo entre el mexicano y la tecnología es complejo, basado tanto en la utilidad práctica como en las emociones que genera. El usuario promedio combina herramientas digitales con criterios de uso consciente, lo que plantea desafíos para quienes diseñan productos o campañas en este sector.
La relación entre tecnología y consumo continuará moldeándose a medida que cambien las condiciones económicas y se presenten nuevas soluciones en el mercado. Las empresas que deseen integrarse en este entorno deberán entender tanto el potencial de adopción como las reservas culturales y económicas del consumidor mexicano.
