Industria Automotriz en México Avanza en la Fabricación de Autos Eléctricos
enero 25, 2023Generadora de un millón de empleos directo, la industria automotriz en México se encuentra en una transición donde gradualmente dejará de fabricar automóviles con motores de combustión para dar paso a los híbridos y eléctricos.
El futuro del sector automotor será eléctrico, dice un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que agrega que las economías desarrolladas han fijado objetivos mucho más exigentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de los vehículos.
Frente a ello, los fabricantes se están adaptando rápidamente, ofreciendo un número creciente de vehículos eléctricos en su cartera de productos y fijando plazos para dejar de producir automóviles de combustión interna.
“Estos movimientos están promoviendo y consolidando el mercado mundial de vehículos eléctricos, cuyas ventas podrían superar las de sus pares convencionales a fines de la presente década”, de acuerdo con el estudio titulado La Emergente Industria de Vehículos Eléctricos: Oportunidad para América Latina.
Esta nueva conversión también está modificando las cadenas de suministro de la industria. En términos de insumos, de acuerdo con el documento, habrá una mayor demanda de materiales relacionados con la parte eléctrica y electrónica y del sistema de carga (baterías), así como una reducción de los materiales utilizados en algunos sistemas, como los catalizadores.
Otros cambios importantes se observan en una reducción del número de componentes, partes móviles y sistemas mecánicos, y un aumento en el número de componentes que funcionan con alta tensión, además de los sistemas eléctricos, con un impacto importante en la demanda de semiconductores.
Asimismo, la redistribución del peso del motor y las baterías ha hecho necesario utilizar arquitecturas alternativas en el chasis y la carrocería para asegurar la seguridad de los vehículos.
En el estudio se asegura que en un período muy breve los vehículos eléctricos han incrementado de manera importante su participación en el mercado mundial.
Por ejemplo, “entre 2018 y 2021, en el segmento de automóviles livianos, los vehículos eléctricos aumentaron del 2,2% al 8,3% su participación en las ventas mundiales. En los vehículos pesados, especialmente los autobuses, los modelos eléctricos también han incrementado su relevancia, llegando al 4% de la flota mundial en 2021”.
En este sentido, dice la publicación, un segmento particularmente interesante es la fabricación de vehículos de transporte público más inocuos para el medio ambiente, ya que podría desempeñar un papel clave en las economías y sociedades modernas. Este segmento del sector automotor no solo puede contribuir al PIB y a la competitividad de los países donde se localiza la producción, sino que también es una importante fuente de empleos directos e indirectos. Además, es capaz de aportar soluciones a los desafíos sociales y medioambientales que impactan la vida en las ciudades, como es el caso de la movilidad.
Las nuevas inversiones en la producción de vehículos eléctricos livianos se han concentrado en gran medida en China, la Unión Europea y los Estados Unidos. No obstante, esta dinámica debería comenzar a diversificarse en los próximos años,
En este contexto, la industria automotriz desplegada en América Latina comienza a integrarse a esta transición de la producción, aunque lentamente.
Las primeras señales productivas se han registrado en México, como consecuencia de las medidas que están tomando las principales empresas para fortalecer la capacidad de fabricación asociada a la electromovilidad en los Estados Unidos.
México es una localización clave para las cadenas productivas asociadas a la industria automotriz en América del Norte, de acuerdo con el escrito de la Cepal.
En 2021, la estadounidense Ford comenzó a producir en sus instalaciones de Cuautitlán, estado de México, el modelo eléctrico Mustang Mach-E para el mercado mundial. La planta fue sometida a una profunda transformación para incorporarle nueva tecnología y equipamiento, principalmente en las secciones de estampado, carrocería, pintura y ensamblaje, y se brindaron las capacitaciones necesarias al personal.
Además de este primer vehículo eléctrico, se ha anunciado que la compañía produciría en México otros dos nuevos modelos —uno para Ford y otro para Lincoln—, vehículos que estarían disponibles en el mercado durante este año.
De este modo, México podría convertirse en una localización clave para la transformación que está llevando adelante Ford, junto con los cambios introducidos en la planta de Colonia (Alemania), que se está adaptando para fabricar exclusivamente vehículos eléctricos.
En esta misma dirección, General Motors está realizando las inversiones necesarias para adaptar la planta de Ramos Arizpe, en Coahuila de Zaragoza (México).
Primero se montarán baterías y motores eléctricos y luego se fabricarán vehículos eléctricos a partir de 2023. En el marco de la ambiciosa estrategia de General Motors con miras a fortalecer su posición en el segmento eléctrico, la de Ramos Arizpe será la quinta planta destinada a fabricar vehículos eléctricos en América del Norte. Las otras cuatro son las de Spring Hill, en Tennessee (Estados Unidos); Factory ZERO y Orion, en Míchigan (Estados Unidos), y CAMI, en Ontario (Canadá).
En 2021, la compañía estadounidense anunció una inversión de 1.000 millones de dólares en la planta de Ramos Arizpe para la expansión de naves de ensamblaje y de sistemas globales de propulsión. Todo lo anterior se orienta a la producción de baterías y autos eléctricos.
La empresa alemana Volkswagen ha anunciado inversiones por más de 7.000 millones de dólares durante los próximos cinco años con miras a viabilizar la transición hacia la producción de vehículos de cero emisiones en los Estados Unidos.
En la actualidad, las iniciativas de Volkswagen se han centrado en el complejo de Chattanooga, en Tennessee. Sin embargo, ya se comienza a especular que la compañía tiene planes de actualizar otros complejos como los de Puebla y Silao, en México, para el ensamblaje de vehículos y componentes eléctricos, a mediados de la presente década.
Otros fabricantes con presencia en México, como la empresa japonesa Nissan y la alemana BMW, han realizado anuncios destinados a fortalecer a mediano plazo la capacidad de producir vehículos eléctricos en México. A partir de 2027, BMW fabricará el SUV eléctrico iX3 y una versión de batería del modelo Serie 3 en su planta de San Luis Potosí, lo que le permitiría seguir avanzando en su objetivo de focalizarse en vehículos eléctricos.
Por otro lado, Nissan anunció una inversión de 700 millones de dólares con el fin de preparar la planta de Aguascalientes para la fabricación de vehículos eléctricos.
En paralelo a los avances mostrados por algunos de los principales fabricantes, orientados principalmente a los mercados externos, otras empresas de menor tamaño han apostado a desarrollar capacidades productivas para abastecer de vehículos eléctricos en primer término al mercado interno mexicano.
En esta línea destaca la experiencia de la empresa china JAC que, en conjunto con inversionista locales, ha creado las condiciones para ensamblar vehículos eléctricos en el país. En la actualidad, JAC cuenta con cinco modelos destinados al mercado local mexicano, que se ensamblan en una planta en Ciudad Sahagún, Hidalgo.
En síntesis, concluye el análisis, a pesar de la clara definición estratégica de los principales fabricantes mundiales para avanzar hacia la electrificación de sus vehículos, la respuesta latinoamericana aún es modesta. En la región, la industria automotriz es un sector liderado por empresas transnacionales, y avanzará en este proceso de transformación en la medida en que dichas empresas perciban un entorno más favorable hacia la electromovilidad.
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