Después de la larguísima cuarentena que más bien se volvió cientena por la pandemia del COVID-19, en algunos estados de la República Mexicana han iniciado la reapertura de ciertos centros comerciales, con sus respectivas medidas sanitarias de prevención.
Por eso muchos de mis paisanos, vecinos y señoras del chat del cole, comenzaron nuevamente sus recorridos por tiendas y boutiques para aprovechar los fabulosos descuentos que muchas marcas han preparado por el final de temporada, así como, para impulsar la reactivación de la economía.
Sin embargo, en ese recorrido por diversos centros comerciales las señoras y amantes de la moda notaron que la mayor parte de las boutiques de la marca Adolfo Domínguez no forman parte de esta ola de reaperturas y no solo eso, pues aparte de que siguen cerradas, se encuentran completamente vacías, lo cual, ha dejando angustiados a los fieles seguidores de una marca que goza de una gran preferencia en el gusto de los mexicanos.
Ante esta inesperada realidad, nos dimos a la tarea de indagar un poquillo de lo que había sucedido con la reapertura de las boutiques del diseñador gallego, enterándonos sin haberlo podido confirmar oficialmente, que el franquiciatario de la marca en nuestro país interpuso una denuncia de fraude contra el franquiciante por diversas irregularidades ocurridas durante la cuarentena.
Todo parece indicar que el principal concesionario de la marca en México fue objeto de un fraude por parte del diseñador, ya que, aún sin existir ventas por estar cerradas las boutiques, intentó cobrar la mercancía que había en cada una de las tiendas, a través de la emisión de las facturas respectivas.
Ante la falta de pago del concesionario, la marca española acudió ante el Banco Santander para presionarlos para que realizaran el pago de las garantías internacionales que habían sido entregadas en términos de los contratos.
Con todo lo anterior, Adolfo Domínguez está a punto de perder 20 tiendas en México, con lo que sus ventas y mercado se verían drásticamente afectados.
Esperó que los aparentes conflictos comerciales lleguen a buen término para que los fashionistas puedan seguir disfrutando de la amplia red de boutiques de Adolfo Domínguez. Creo que hay oportunidad para el acuerdo.