La frase “muévete rápido y rompe cosas” ha sido el mantra de las startups tecnológicas, pero Fernando Lelo de Larrea advierte que esta filosofía puede ser peligrosa en la política.
La democracia no es una aplicación que se puede actualizar con parches; es un sistema complejo donde la estabilidad es clave, dice Lelo de Larrea, socio fundador de Rumbo Ventures.
Algunas voces argumentan que los gobiernos deberían gestionarse como empresas, priorizando eficiencia y resultados.
Sin embargo, Fernando Lelo de Larrea cuestiona: ¿queremos un modelo de desarrollo sustentable o un experimento de crecimiento acelerado con riesgos incalculables?
Fernando Lelo de Larrea y la ilusión del gobierno empresarial
Desde el auge de Silicon Valley, algunos empresarios han propuesto modelos donde los líderes operan como CEOs y los ciudadanos como “usuarios”.
Sin embargo, Fernando Lelo de Larrea destaca que este enfoque ignora la importancia de la equidad y la regulación.
Curtis Yarvin, ideólogo del movimiento de la “Ilustración Oscura”, propone gobiernos dirigidos por tecnócratas sin democracia ni elecciones.
Para algunos multimillonarios, esto podría parecer una “solución” eficiente, pero Lelo de Larrea enfatiza que la verdadera estabilidad proviene del equilibrio de poderes, no de la eliminación de la participación ciudadana.
Empresa vs. Estado: Un balance necesario
Fernando Lelo de Larrea concluye que la clave está en aprender de las empresas, pero sin perder de vista la esencia de la gobernanza.
La política no puede ser tratada como un producto de consumo; debe construirse con un compromiso a largo plazo.
El reto no es elegir entre empresas o gobiernos, sino desarrollar modelos que combinen eficiencia con justicia social.
La pregunta correcta no es si un país debe manejarse como una empresa, sino qué valores debe priorizar en su desarrollo.