¿Enviar remesas como un si fuera un SMS? por Hugo Gonzalez en El Universal

¿Enviar remesas como un si fuera un SMS? por Hugo Gonzalez en El Universal

noviembre 18, 2025 0 Por Hugo González

Ayer, como cada lunes, el titular de la Profeco, Iván Escalante, salió a repartir datos sobre quién es quién en los precios y aprovechó para subrayar el tema de las remesadoras. Mientras hablaba de márgenes y comisiones, me vino a la mente una conversación que tuve hace unas semanas con Prabhakar Reddy, un emprendedor hindú que se cansó de la pachorra en la industria de los pagos transfronterizos.

Podríamos pensar que en pleno 2025 mandar dinero al otro lado del océano sería tan simple como mandar un mensaje de texto, pero no; todo sigue cómo un trámite bancario de hace treinta años.

Reddy creció en Dubái, allí pudo ver la escena repetida de millones de trabajadores formados para retirar efectivo y luego enviarlo a casa vía Western Union mientras regalaban entre 5% y 7% de su salario en comisiones. Décadas así, sin que la llegada de stablecoins o transferencias instantáneas hiciera mayor diferencia.

El joven empresario se hartó del desfile interminable de ineficiencia financiera y decidió construir la infraestructura que, según él, nadie se había animado a fabricar.

Se trata de una infraestructura para pagos transfronterizos veloces, baratos y automáticos. Una apuesta tecnológica que pudiera sobrevivir a un futuro dominado por la inteligencia artificial, donde los agentes de IA pronto harán transacciones entre sí y sin pedirle permiso a tu banco.

Para eso creó OpenFX, su apuesta para que el dinero se mueva globalmente en minutos. No horas, no días, no los clásicos 3-5 días que ofrecen los bancos cuando se ponen “rápidos”.

Dice que la razón por la que todavía vivimos a pasó de tortuga es que el sistema bancario internacional funciona como un museo viviente. Fintechs y bancos operan encima de una infraestructura vieja basada en bancos intermediarios, y una telaraña de incentivos desalineados que hace que los pagos den vueltas alrededor del planeta antes de llegaar a destino. Por eso los retrasos, las comisiones altas y la sensación de que alguien, en algún lado, está ganando demasiado por no hacer nada.

De visita en México para promover su modelo, Reddy nos explicó que su objetivo en mercados como el nuestro es empoderar a las fintechs para que puedan ofrecer servicios más baratos a los usuarios finales.

Por ojo, OpenFX no va dirigido a individuos; es una plataforma para instituciones financieras que mueven entre 30 millones y mil millones de dólares al mes. Sus clientes van desde empresas de remesas y procesadores de nómina hasta pasarelas de pago y uno que otro banco que no quiere quedarse rezagado.

La promesa se basa en la velocidad, los costos bajos y la automatización de su servicio. Por ejemplo, la plataforma convierte dólares a pesos (o a cualquier otra divisa) y deposita el dinero en la cuenta destino en alrededor de 60 minutos, sin importar la hora o el día. Eso permite que empresas que antes tenían que planificar y pre-comprar divisas puedan ahora operar en tiempo real y escalar sus actividades sin el estrés logístico que les imponían los bancos.

El tema de costos también es un punto delicado. Mientras los bancos tradicionales se acomodan con comisiones del 1% al 2%, OpenFX cobra entre 0.04% y 0.09%. La apuesta es como venderles a los chinos, ganar por volumen, no por exprimir al cliente.

Todo funciona vía APIs y procesos automatizados sin necesidad de llamadas telefónicas. Aunque no lo creas, todavía hay empresas que dependen de llamadas para hacer transferencias internacionales. Además, utilizan un algoritmo que revisa en tiempo real las paridades de divisas y stablecoins para determinar la ruta más rápida y barata.

No siempre usan stablecoins, pero son frecuentes. Por ejemplo, puede convertir pesos a una stablecoin, enviarla a Reino Unido en 30 segundos y convertirla a libras. Todo mientras el sistema predice los flujos típicos de cada semana para tener fondos listos y evitar retrasos.

Compiten con los exchanges de cripto, sin embargo, estos funcionan para montos pequeños, y para volúmenes grandes se vuelven costosos e ineficientes, con comisiones de hasta 20%. Los bancos, por su parte, operan en horario de oficina, tardan días y carecen de automatización. Frente a eso, la empresa presume de operar 24/7, todo vía API y con costos bajos.

En México tienen ya alrededor de 30 clientes, entre fintechs, plataformas de e-commerce y compañías de remesas. Empezaron operaciones hace dos trimestres y buscan alcanzar a la mitad de las principales fintechs de la región. Reddy asegura que no moverá un dedo hasta cumplir su visión de que mover dinero sea tan rápido y fácil como mandar un SMS. Veremos si la banca despierta antes de que la IA les quite el negocio por inercia.

Educación activa

En tiempos donde todo presume ser “innovación”, pocas escuelas aterrizan el concepto sin caer en el hype. El colegio Yaocalli, alineado con el modelo educativo de la Universidad Panamericana y el IPADE, decidió que la mejor forma de preparar a sus alumnas para el futuro no es otra que entrenarlas desde hoy en lo inevitable: tecnología, pensamiento crítico y capacidad de adaptación.

Con pizarrones interactivos, tabletas, plataformas digitales, maker spaces y hasta programas de robótica, el colegio en la Ciudad de México, quiere más que digitalizar clases; busca convertir el aula en un laboratorio de competencias. La idea es que aprender deje de ser un ritual lineal y se vuelva un ecosistema activo donde resolver problemas, colaborar y asumir liderazgo sea parte del día a día. Yaocalli al menos intenta formar personas antes que técnicos.

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