Luego de dos años sin presencia física el Foro Económico Mundial regresa a Davos y aunque para muchos es el reencuentro; para otros tantos podría ser el inicio de una nueva era. La que antaño fue la infaltable cumbre de Davos, hoy se mira como el vivo ejemplo de los nuevos equilibrios geopolíticos y económicos; poniendo a muchos en la antesala de un nuevo orden mundial o en la crisis del mundo globalizado que podría llevar a su extinción o su renacimiento.
Desde el domingo y hasta el próximo jueves oiremos y leeremos varios mensajes de los líderes del mundo globalizado que, si sus carteras se lo permiten ver; tendrían que reconocer que el modelo económico y comercial que ha dado sustento a sus fortunas, por lo menos en los últimos 30 años; está en crisis. En los próximos días el epicentro del devenir macroeconómico mundial debería ser Davos.
Si no es así, ¿Para qué tanto show? ¿Para qué tanta devoción por los oradores, los choros y los mutuos apapachos? Sería la confirmación de lo que hemos pensado por muchos años; el foro de Davos es el club de Tobi donde se tiran rollos para tratar de ocultar que los más pobres sigan más pobres y los ricos más ricos.
Antaño no faltaban las invitaciones a millonarios rusos, chinos o árabes; hoy en los tiempos post-vacuna del Covid y tras la guerra entre Rusia y Ucrania, el mundo se ha dividido y fracturado.
No sé con qué cara pueden pensar que el mundo todo puede volver a ser lo mismo con una marcada división entre dos polos económicos. Por un lado, Estados Unidos y Europa, con todos sus países de influencia en Asía y Oceanía; se enfrentan al poder emergente de las BRIC.
Inaugurar el foro teniendo como invitado al presidente ucraniano para pedir el embargo (robo) de todos los activos rusos en países occidentales; ha sido un mal inicio y nos muestra que los líderes de Davos tomaron partido. Parece que ya no les interesa quedar bien con Rusia, con China y tal vez tampoco con India; país que puede tomar un factor desequilibrante si mantiene con fuerza la unidad del BRIC.
En contraparte, India podría ser el país que, perfilado como la próxima nueva fábrica y granero del mundo; le puede dar equilibrio a la actividad económica global. Si India apuesta por apoyar o por lo menos no pelear con Rusia y China; viviremos en un nuevo orden económico mundial; pero si ese país, se deja convencer por los intereses de EU y sus aliados; el mundo volverá a la rancia hegemonía económica global.
Sin embargo, para muchos es cada vez más evidente que la globalización está a punto del exterminio pues, muchos países y sus naciones; ya confirmaron que antes de atender a los mercados internacionales pueden y necesitan impulsar el desarrollo interno favoreciendo el autoconsumo y la autosuficiencia. Ojalá y eso lo veamos en Davos, si no, se estarían hablando al espejo.
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