
Aumentar la Producción de Alimentos para Disminuir la Desnutrición en el Mundo, OCDE-FAO
julio 18, 2025A fin de reducir la desnutrición y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de la agricultura a escala mundial, será necesario aumentar la producción de alimentos por medio de mejoras en la productividad agrícola, de acuerdo con el informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En el documento, Perspectivas agrícolas de la OCDE y la FAO 2025-2034, se prevé que la producción y la ingesta calórica de productos de origen animal aumente conforme se incrementen los ingresos de los países de rentas medias.
Sin embargo, se estima que la ingesta calórica per cápita de productos procedentes de la ganadería y de la pesca aumentará un 6% durante la próxima década.

“Este aumento estará impulsado en gran medida por el rápido incremento del consumo de dichos productos en los países de rentas bajas-medias, donde se anticipa que el crecimiento alcanzará el 24%, una cifra que prácticamente cuadruplica el promedio mundial”, de acuerdo con el documento.
A pesar de que este incremento del consumo de alimentos ricos en nutrientes en los países de rentas bajas-medias elevará la ingesta per cápita promedio hasta las 364 kcal diarias, las persistentes desigualdades dentro de los países y también entre ellos seguirán planteando desafíos.
En los países de rentas bajas, se calcula que la ingesta per cápita diaria promedio de alimentos de origen animal se situará en 143 kcal, considerablemente por debajo de la referencia de 300 kcal que usa la FAO para analizar el costo y la asequibilidad de una dieta saludable.
“Tenemos las herramientas para erradicar el hambre y potenciar la seguridad alimentaria mundial”, afirmó el Secretario General de la OCDE, Mathias Cormann, quien agregó que “se necesitan políticas correctamente coordinadas para mantener la apertura de los mercados internacionales de alimentos, además de fomentar mejoras en la productividad y la sostenibilidad del sector agropecuario a largo plazo”.
Se pronostica que la producción mundial de productos agrícolas y pesqueros aumente cerca de un 14% hasta 2034, principalmente gracias al incremento de la productividad de los países de rentas medias. No obstante, este crecimiento conlleva la ampliación de las zonas de cultivo y las cabañas de ganado.
“Si bien la producción de carne, productos lácteos y huevos aumentará un 17%, la cabaña mundial total de ganado vacuno, ovino y porcino, así como avícola crecerá un 7%.
“Estos acontecimientos provocarán un aumento del 6% en las emisiones de GEI directas de la agricultura durante la próxima década, lo que pone de manifiesto un descenso en la intensidad de las emisiones mundiales directas de carbono asociadas a la producción de las explotaciones agrícolas”, de acuerdo con el estudio.
Cabe esperar que las mejoras previstas en la productividad hagan bajar los precios reales de los productos agrícolas. Esto podría plantear importantes desafíos para los pequeños agricultores, que son vulnerables a la volatilidad del mercado y tienen una capacidad limitada para adoptar las tecnologías innovadoras necesarias para aumentar la productividad.
Además, se señala en el documento, de promover iniciativas para aumentar la productividad, los gobiernos deben garantizar que los agricultores tengan un mejor acceso a los mercados y a programas de ayuda que se adapten al ámbito local.
Según las Perspectivas, es necesario redoblar esfuerzos para mejorar la productividad agrícola, en aras de abordar los desafíos duales que plantea reducir la desnutrición y también las emisiones de GEI de la agricultura.
Ante la posibilidad de que se produzcan alteraciones en la cadena de suministro, también son cruciales la cooperación multilateral y el sistema de comercio agropecuario basado en normas, pues las Perspectivas prevén que un 22% de las calorías totales cruzará las fronteras internacionales antes de su consumo final. Facilitar los flujos comerciales agropecuarios beneficiará el equilibrio entre déficit y superávit alimentario, lo que estabilizará los precios y mejorará la seguridad alimentaria y la sostenibilidad.
Conclusiones principales
Se estima que la producción mundial de cereales crezca a una tasa anual promedio del 1.1%, impulsada principalmente por el aumento anual del 0.9% en los rendimientos. Se calcula que la superficie cultivada aumente tan solo un 0.14% anualmente, menos de la mitad de la tasa del 0.33% registrada durante la década anterior.
Para 2034, un 40% del volumen total de cereales será consumido directamente por las personas y un 33% se destinará a piensos para animales. Según las previsiones, el resto se empleará en la producción de biocombustible y otros fines industriales.
Se prevé que la demanda mundial de biocombustibles crezca a una tasa anual promedio de 0.9%, impulsada principalmente por aumentos en Brasil, la India e Indonesia.
El África Subsahariana constituye un ejemplo de las importantes oportunidades que brinda un nutrido grupo de iniciativas encaminadas a mejorar la productividad, ya que la cabaña de ganado bovino de esta región triplica la existente en América del Norte (y se prevé que aumente un 15%), pero su producción por animal tan solo constituye una décima parte de la registrada en la región norteamericana.
Según las previsiones, los países de la India y el Sudeste Asiático representarán un 39% del crecimiento del consumo mundial de aquí a 2034, en comparación con un 32% durante la pasada década. El porcentaje de China, por su parte, se situará en el 13%, un 32% menos que durante la pasada década.
En los países de rentas altas, el consumo per cápita de grasas y edulcorantes descenderá, debido al cambio en las preferencias de la población, a la modificación de las políticas y al surgimiento de preocupaciones en relación con la salud.