
El futuro de la energía solar y el almacenamiento en baterías en México
marzo 24, 2025El sector energético mexicano está experimentando numerosas transformaciones gracias a la integración de energías renovables, en particular la solar y la eólica, y de sistemas de almacenamiento de energía. La energía solar ha registrado un crecimiento significativo, impulsado por la reducción de los costos de los paneles y el aumento de las inversiones privadas. Sin embargo, sin un sistema de acumulación eficiente, gran parte de esta energía corre el riesgo de no ser aprovechada al máximo. Las baterías, en particular
los BESS (Sistemas de Almacenamiento de Energía en Baterías), están convirtiéndose en esenciales para garantizar la estabilidad de la red y optimizar el consumo energético.
¿Qué son los sistemas de acumulación de energía?
Los sistemas de almacenamiento de energía permiten almacenar electricidad para utilizarla en un momento posterior, mejorando la gestión de la energía producida a partir de fuentes renovables. Su utilización es fundamental para evitar el desperdicio y garantizar una distribución más eficiente de la
electricidad. Gracias a la acumulación de energía, es posible estabilizar la red, reducir la necesidad de producción a partir de fuentes fósiles y optimizar el consumo de acuerdo con los picos de demanda.
¿Cómo funcionan los sistemas BESS?
Los BESS (Sistemas de Almacenamiento de Energía en Baterías) son sistemas de acumulación basados en baterías, utilizados para almacenar energía eléctrica y liberarla cuando es necesaria. Estos dispositivos mejoran la fiabilidad de la red y permiten a los usuarios reducir los costos energéticos.

Funcionan acumulando electricidad cuando la producción es elevada y restituyéndola en los momentos de mayor demanda, evitando pérdidas y sobrecargas.
La energía solar y la acumulación de electricidad
La capacidad fotovoltaica del país sigue creciendo, gracias a la expansión de grandes parques solares y al aumento de la generación distribuida. Sin embargo, sin sistemas de almacenamiento de energía, la energía producida corre el riesgo de no ser aprovechada de manera eficiente. El principal obstáculo sigue siendo la intermitencia: la producción se concentra en las horas diurnas, mientras que la demanda energética no sigue el mismo ritmo.
Aquí es donde cobra importancia el almacenamiento de energía, que permite guardar el exceso de electricidad para utilizarla cuando sea necesario.
Los BESS son la solución más adoptada para equilibrar la red y aumentar la fiabilidad del suministro eléctrico. Según datos actualizados, el mercado de sistemas de almacenamiento en México está creciendo rápidamente, con inversiones por parte de empresas del sector energético e industrial.
Las baterías de iones de litio y su eficiencia
Las baterías de iones de litio dominan el mercado tanto para aplicaciones a gran escala como residenciales. Ofrecen una alta densidad energética, una vida útil más larga y una recarga rápida, características que las hacen ideales para el sector fotovoltaico. Aunque su costo sigue siendo un factor crítico, la tendencia es a la baja, lo que favorece una mayor adopción.
Además de las baterías de iones de litio, otras tecnologías como las baterías de flujo y las de sodio-azufre están emergiendo, pero su difusión es limitada en comparación con los BESS ya consolidados en el mercado.
Regulación e incentivos para el almacenamiento de energía
El marco normativo en México está evolucionando para favorecer la integración de los sistemas de almacenamiento en la red nacional. El gobierno ha introducido incentivos para promover el uso de BESS, entre los que se incluyen programas de financiamiento favorable y deducciones fiscales para las
empresas que invierten en esta tecnología. En particular, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) está evaluando la integración de sistemas de almacenamiento en los proyectos de generación distribuida para mejorar la estabilidad de la red.
No obstante, aún existen desafíos regulatorios. La falta de normativas claras sobre las modalidades de interconexión de los BESS y las políticas tarifarias poco incentivadoras para el autoconsumo son obstáculos para su difusión a gran escala. Algunas iniciativas piloto están tratando de colmar estas lagunas, experimentando con nuevos modelos de gestión del almacenamiento energético dentro del sistema eléctrico nacional.
Impacto ambiental del sistema de almacenamiento
El uso generalizado de baterías para el almacenamiento de energía plantea cuestiones ambientales relacionadas con su producción y disposición. Las baterías de iones de litio, aunque altamente eficientes, requieren la extracción de materias primas como litio, cobalto y níquel, lo que tiene un impacto
significativo sobre los ecosistemas y las comunidades locales involucradas en las operaciones mineras.
Para abordar estos problemas, México está implementando estrategias de economía circular, promoviendo el reciclaje de baterías y el desarrollo de plantas para la recuperación de materiales valiosos. Algunas empresas están invirtiendo en tecnologías para reducir la dependencia de materias primas críticas, explorando soluciones como las baterías de estado sólido, que podrían ofrecer mayor seguridad y menores impactos ambientales.
Además, se están difundiendo iniciativas para el reutilizamiento de baterías agotadas, empleándolas en sistemas de almacenamiento secundarios para aplicaciones menos exigentes desde el punto de vista energético, como la iluminación pública o el suministro de infraestructuras aisladas.
Estabilidad de la red y optimización de costos
Uno de los principales beneficios de los sistemas de almacenamiento de energía es la estabilización de la red eléctrica. Con una producción renovable cada vez más amplia, se vuelve esencial gestionar las fluctuaciones de carga para evitar sobrecargas o carencias de energía.
Los BESS contribuyen a:
Garantizar un suministro estable durante las horas pico de demanda.
Reducir la dependencia de fuentes fósiles para la regulación de la red.
Optimizar los costos, permitiendo almacenar electricidad cuando los precios son bajos y utilizarla en los momentos de mayor tarificación.
A nivel industrial, las empresas que adoptan estos sistemas pueden reducir significativamente su gasto energético, mejorando la eficiencia operativa.
Independencia energética y generación distribuida
La integración de baterías también favorece el desarrollo de la generación distribuida, permitiendo a empresas y particulares reducir la dependencia de la red central. Este enfoque es particularmente útil en áreas aisladas o con infraestructuras energéticas deficientes, donde la fiabilidad del suministro es
fundamental.
La expansión de la energía solar y de las baterías está transformando el panorama energético, haciendo que el sistema sea más eficiente y sostenible. La integración de soluciones avanzadas para el almacenamiento será crucial para garantizar un futuro energético fiable e independiente.