Para superar la Depresión Post AMLO; por @hugonzalez0
octubre 4, 2024Una vez que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se fue a descansar, puedo salir del closet (otra vez) con menos preocupación. Siempre quise mantener discreta mi filia hacia el presidente pues, aunque muchos sabían que soy amlover, pejefan, chairo y todos los epítetos que quieran; otros tantos desconocían mi pasión por la obra y trayectoria de este hombre.
Nunca quise confrontar a nadie y siempre respeté la oposición de todos, aunque ellos, en varias ocasiones (tal vez sin saberlo); me faltaron al respeto.
Unos pensaban que soy amlover porque me pagaban desde el gobierno, sin saber que, por el contrario, sufrí exclusiones y vetos por no definir mi posición. Admito mi error, pero me encontraba ya dentro de una dinámica profesional que podría descarrilarse si me definía en favor o en contra del proyecto de la 4T. De todos modos, me fue de la patada en estos seis años.
Sin embargo, creo que los resultados electorales del 2 de junio y la manera en la cual se despidió el presidente López Obrador, me hacen suponer que algunos, aun en su fuero muy interno, saben que se equivocaron y que ya deben pasar la página y ver hacia adelante. De nada les sirvieron tantas fake news, campañas en redes, mentiras, medias verdades y tanto dinero para tratar de doblar al presidente que, para mí; nunca será ex.
Los más humanos, patriotas, sensatos o pragmáticos creen que ya debemos apostar hacia el futuro y dejar atrás las confrontaciones con el gobierno y tratar de progresar, tal vez no juntos, pero ahora sí, sin ofender o dañar a otros mexicanos. No obstante, hay quienes siguen sin entender que el país ya cambió desde hace varios años y que la realidad de nuestros tiempos solo es el resultado de lo que millones de mexicanos ya asimilamos, entendimos y procesamos.
Hay quienes quieren creer que vivimos en los 90 o 2 miles y que las grandes masas siguen siendo manipulables. Mucha de esa resistencia se encuentra entre los analistas financieros que una y otra vez han errado en sus pronósticos. Pero se los agradezco porque esos malos análisis financieros, esos vaticinios equivocados y esos augurios politizados de mala leche, me ayudan a superar mi Depresión Post AMLO.
Hace unos días, se publicó un documento titulado “Examen de la situación económica de México. Tercer trimestre 2024-Número 1094 – Volumen XCVIII”, realizada por la Dirección de Estudios Económicos de Citibanamex.
En este reporte se incluyen opiniones y/o juicios personales de los analistas que lo suscriben a la fecha del reporte. El banco se vacuna diciendo que estas opiniones “no necesariamente representan, reflejan, expresan, divulgan o resumen el punto de vista, opinión o postura del Grupo Financiero Citibanamex”, como queriendo encontrar chivos expiatorios.
Nos presentan un análisis que, para variar, está plagado de tecnicismos y cifras que, si uno no tiene cuidado, hasta se les podría creer. Pero ojo, porque detrás de todo ese palabrerío está el verdadero propósito: hacernos creer que los mercados financieros son el alfa y el omega de nuestra existencia como nación.
Nunca les había hecho caso, pero ahora los leo más porque ya no simulan y no disfrazan sus intereses políticos y económicos. Pareciera que muchos de esos analistas y grupos financieros ya están jugando abiertamente para el equipo de los privilegiados.
El documento nos quiere vender la idea de que los jueces electos por voto popular son la peor amenaza para la estabilidad política del país. Según ellos, la reforma judicial, que ya está en la Constitución; es como poner a un chimpancé a pilotear un avión.
Citibanamex parece ignorar (o más bien decide no decirlo) que el sistema actual, con sus jueces vitalicios y designaciones familiares, no es precisamente un modelo de imparcialidad. A lo mejor, esos 7 mil jueces a los que tanto defienden, no son tan imparciales como dicen, y eso de que los elijan por el pueblo (chusma-chusma) podría ser un problema para los que hoy mueven los hilos desde las sombras.
El reporte se esfuerza en mostrarnos cómo los mercados financieros no se han inmutado frente a los cambios políticos. “La democracia puede debilitarse, pero no importa, mientras no haya políticas económicas anti-mercado”, reprochan casi con llanto. Es como replicar a Aguilar Camín diciendo: Lo entiendan los inversionistas o no, nosotros tenemos la razón.
Los analistas de Citibanamex parecen muy seguros de que el peso perderá valor y que el país crecerá menos de lo esperado, porque, según ellos, los inversionistas están subestimando los riesgos políticos. Pero ¿no será que están sobreestimando su propio poder de influencia?
Es fácil pintar un panorama apocalíptico cuando uno está acostumbrado a manipular por años las expectativas del mercado. Nos quieren hacer creer que tienen una bola de cristal económica cuando en realidad solo agitan el agua para que todos creamos que viene una tormenta. Lo curioso es que, si uno revisa los reportes de años anteriores, no es la primera vez que predicen un colapso inminente, y aquí seguimos, ¿no?
El tema de los ingresos públicos es otra joya. Nos dicen que los ingresos no petroleros han crecido por encima de lo presupuestado, lo cual, en teoría, suena bien. Pero en seguida lanzan el comentario de que los ingresos petroleros están por debajo de lo calendarizado. Es como las mujeres envidiosas que dicen: sí, está bonita, pero tiene caries en una muela.
México no ha sido un gigante petrolero desde hace tiempo, pero ellos actúan como si la economía nacional todavía dependiera 90% del crudo. Lo que no mencionan es que, incluso sin petróleo, el país sigue adelante. Los ingresos por IVA crecieron, ¿y eso qué significa? Que la actividad económica está más viva que nunca, aunque no les guste.
Finalmente, llegamos al gran dilema de las finanzas públicas. Según el reporte, el déficit fiscal es el villano de la historia. Y claro, en su burbuja de restaurantes y viajes, la única solución es cortar el gasto público. ¿Por qué no piensan en proponer una reforma fiscal que toque a los que más tienen, con impuestos progresivos y equitativos? No, eso no es opción. Mejor que los de siempre sigan apretándose el cinturón. Es como si estuviéramos atrapados en una película de los 80 donde el villano es siempre el mismo: el déficit. Y por supuesto, los expertos de Citibanamex están más que dispuestos a recordarnos que el Paquete Fiscal de 2025 debe ser lo más austero posible, o nos caerá la maldición de la deuda. ¡Uy, que mello!
Este reporte de Citibanamex nos quiere vender un futuro sombrío y lleno de riesgos inminentes, cuando no es más que un golpe aguado. Los mercados no están nerviosos porque el país va hacia el desastre. Tal vez algunos financieros rentistas y empresarios mañosos están inquietos porque ya no podrán seguir jugando con las mismas reglas. Los privilegios de siempre están bajo amenaza, y eso es lo que realmente preocupa a los financieros y a sus analistas. México seguirá creciendo, con o sin sus pronósticos catastrofistas.
Gracias, señores necios porque me ayudan a superar mi depresión Post AMLO.