Por eso el mensaje en la Asamblea de Dueños de la Femexfut del viernes pasado fue claro: la prioridad es lograr que México sea sede del Mundial en 2026, y por esta razón se alcanzaron acuerdos que incluyen la designación de Yon de Luisa al frente de la federación, luego de conocerse la renuncia de Decio de María.
Además, el encargo para el nuevo presidente de la Femexfut es lograr consensos, evitar divisiones y trabajar en unidad en pos de la candidatura; por ello el ex vicepresidente de Televisa Deportes tiene de aquí hasta el 13 de junio para alcanzar el sueño de un nuevo Mundial para México, aunque sea organizado de forma tripartita. Crucemos los dedos.
Sin las dos tortas
Mis Amigos Chismosos me informan que el 22 de febrero la Secretaría de la Función Pública rechazó el recurso de inconformidad de la empresa portuguesa Mota-Engil contra el fallo que declaró desierta la primera licitación del centro de transporte terrestre del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
Me dicen que la compañía que encabeza Joao Parreira estudia presentar la primera denuncia judicial contra el NAIM, lo cual significará no solo un rompimiento directo con el equipo de Federico Patiño, sino también con el gobierno federal. El socio estratégico de Mota es Prodi, de Alfredo Miguel, quien ha sido un fuerte competidor en las obras de infraestructura en este gobierno.
Pero, además, si crece el pancho, se complicaría la competencia de Mota en la construcción de la plataforma comercial del NAIM (donde se estacionan los aviones al llegar al edificio terminal) y cuyo resultado se define este 6 de marzo, luego de haberse pospuesto el fallo original del 28 de febrero.
Es una obra en la que van 11 concursantes y en la cual ICA tiene la oferta económica más baja, de 7 mil 145.5 millones de pesos; la segunda es de Constructora OHL —asociada con Cofra y Alvarez-Ferreira—, de 7 mil 270.9 millones de pesos. La tercera es de Innovaciones Técnicas en Cimentación, la cuarta de Coconal —aliada con Cimesa—, la quinta de Azvi —junto con Grupo Calzada—, y hasta el sexto lugar está Mota-Engil, con 7 mil 507.6 millones de pesos. La más cara es de Comsa y NGE Contracing, por casi 9 mil millones de pesos. Por eso, con una competencia de ese tamaño y el pleito por el centro de transporte, la firma portuguesa podría quedarse como el perrito de las dos tortas: ¡sin ninguna!