Mas impuestos a telecom, mala idea; la columna de @hugogonzalez1

Mas impuestos a telecom, mala idea; la columna de @hugogonzalez1

septiembre 10, 2020 Desactivado Por Hugo González

Cierta ocasión un amigo publirrelacionista me dijo: eres buena onda, escribes chido, le entiendes a casi cualquier tema, pero te falta ser más cabrón. Obviamente, no entendí bien eso de ser cabrón y le pedí que me lo explicara.

Según mi amigo, me da miedo entrarle a temas polémicos, no me gusta madrear gente y quiero ser amigo de todos. “Si fueras más cabrón estarías a otro nivel”; me dijo.

Y tiene razón, no me gusta ese tipo de periodismo (aunque seguido me meten goles) en el cual te conviertes en el gatillero de quién sabe quién.

Mi formación periodística se dio en uno de los momentos estelares del periodismo de negocios, justo cuando varios de los actuales columnistas de negocios, directores de diarios y revistas; eran editores o incluso reporteros de varias fuentes. Con varios de ellos tuve el gozo de competir por las mejores noticias.

Ahora no sé qué ha pasado, pero me queda claro que lo que rifa, lo que genera ganancias, reflectores y hasta una cuestionable influencia en el periodismo de negocios es ser madreador. No importan los escrúpulos, no importa tu honor ni la mala fama que generas, no importa el daño que puedas realizar a una empresa, una persona o una familia; el chiste es ser un cabrón madreador sin tener la certeza de lo que te cuentan es verdad.

Todos los días leo las primeras planas de los diarios de la capital, veo sus secciones de negocios o finanzas, y leo varios columnistas de esta especialidad pero, la verdad, a veces me dan pena.

Otras veces me da coraje y muchas más me dan envidia porque ellos sí tienen la caradura de reproducir (no escribir) lo que a mi también me envían pero que me resisto a darle copy-paste. Tal vez se debe a que yo si tengo familia y muchas adeudos que me impiden buscar pleitos legales o porque nunca me han gustado financiar de manera deshonesta, ciertas faramallas como los autos de lujo o las bolsas Channel.

Te comparto esta descarga emocional porque no quiero dar pie a que mi texto sea leído como un intento de ser madreador y menos con el gobierno de mi querido Pejecito, pues lo único que quiero es compartirte mi reflexión sobre la mala idea de mantener los sangrantes impuestos a las empresas de telecomunicaciones.

Una vez publicada la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación para el 2021, podemos ver que, contrario a lo que desde hace años viene pidiendo el sector, el Gobierno Federal no tiene pensado eliminar el cobro del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las Redes Públicas de Telecomunicaciones y se estima un ingreso de 6 mil 291 millones de pesos, lo que representa un incremento de 6.21% respecto a lo que programado para este 2020.

Además, por concepto del cobro de derechos de uso del espectro radioeléctrico, el gobierno federal, a través del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), recaudaría alrededor de 18 mil 157 millones de pesos en 2021, esto significa un descenso de 5% respecto a los 19 mil 126 millones de pesos recaudados para este año. Tal vez sea por la devolución de las frecuencias por parte de Telefónica Movistar.

Sin embargo, no nos queda claro si en estos estimados se contempla el incremento que se pretende aplicar al cobro por el uso de las frecuencias del espectro radioeléctrico pues de acuerdo con la Iniciativa de reformas a la Ley Federal de Derechos, se pretende aplicar una actualización del costo de las bandas de 800 Megahertz (MHz) que se usan para prestar servicios de telecomunicaciones móviles.

Dice la iniciativa que esto “permitirá reflejar el verdadero valor de dicho bien de dominio público de la Nación, de conformidad con las referencias internacionales (pues) las cuotas de los derechos que se cobran en México por estas bandas de frecuencias, se encuentran por debajo de sus referencias internacionales”

Dice que de acuerdo “con una muestra de valor tomada de esta banda de frecuencias en 14 países”, lo que se cobra en México representa el 34% de la mediana y constituye “sólo una quinta parte del promedio de las mismas”.

Lo anterior va en contra de lo solicitado desde hace mucho por la industria la cual jura y perjura que en México se pagan las tarifas más caras del mundo por el uso del espectro. Si la Secretaría de Hacienda nos hiciera el favor de decirnos cuál es la fuente que tomó como referencia para decir que el cobro de derechos en México se ha quedado rezagado, sería de gran ayuda.

Además, en la Ley Federal de Derechos se propone incluir segmentos en la banda de 800 MHz que no estaban considerados en la ley pero que próximamente se licitarán. En general la banda de 800 se encarecería alrededor de 56 por ciento.

Tomando en cuenta la próxima Licitación 10 del IFT (prevista desde hace un año y programada para este 2020) en la cual se pondrán a disposición frecuencias de la banda de 600, el gobierno ya tiene calculado que cada MHz (corrección, es Kilohertz o KHz) usado en la zona que abarca la CDMX y el Estado de México costará 10 mil 105 pesos. También se tiene planeado licitar frecuencias de la banda de 1427 a 1518 MHz conocida como Banda L y en ella el costo por MHz KHZ en la megalópolis sería de 7 mil 579 pesos. Para la banda de 3.5 GHz el costo sería de 3 mil 403 pesos. Las frecuencias de estas tres bandas servirán para dar conectividad 5G.

La ventaja para los ganadores de las concesiones de la banda de 600, la Banda L es que se les daría un periodo de gracia y pagarían sus derechos hasta enero de 2024 si las concesiones se les entregan antes de diciembre de 2021, o pagarían hasta enero de 2025 si las reciben después de diciembre de 2021.

Tras este largo chorote y antes de hacerte más complicada la lectura, quiero terminar diciendo que, cobrar más impuestos a la industria de telecomunicaciones es una muy mala idea pues parece que no se valora la importancia del sector, sobretodo ahora que la pandemia nos ha obligado a ser más digitales y móviles. Ojalá y los legisladores recapaciten y le bajen, aunque sea un poquito a los impuestos, pues nadie quiere que cada vez tengamos menos operadores o que regresen sus frecuencias como lo hizo Telefónica.

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