Crecer al 5%, ¿no qué no? columna de @hugonzalez0
marzo 4, 2021¿Por qué somos así? tan cangrejos, tan miserables, tan gozosos del mal ajeno, tan clavados en imponer nuestras ideas. Es como la mística Reforma, la misma que reconocen algunos egresados del diario: la verdad la tenemos nosotros y si no, peor para la verdad.
Si me dieran 10 pesos por cada pronóstico fallido que los expertos nos han dado sobre la economía nacional; ya tendría una buena lana. Pero si me dieran otros 10 pesos por la férrea defensa de dichos pronósticos por parte de mis colegas periodistas, tendría mucho más dinero.
Si me dieran otros 10 pesos por las disculpas o explicaciones que esos expertos ofrecen a sus devotos lectores; no ganaría nada porque no lo hacen, no están acostumbrados, no tienen la humildad para reconocer que se equivocan porque, si lo hacen; pierden mucho dinero.
Las calificadoras y los especialistas del sector privado son una banda que responden a intereses particulares. Los primeros ganan dinero por decir cuál empresa o gobierno pagará más dinero a los “inversionistas” que compran sus bonos de deuda. Si una empresa o un gobierno no se endeuda, entonces no califican porque no hay negocio. Por lo tanto, las calificadoras influyen y presionan para que se coloquen (vendan) más títulos de deuda. Su obligación moral sería explicar qué está haciendo bien una empresa o un gobierno para bajar su deuda; pero no lo hacen porque entonces nadie querría comprar esa deuda y nadie necesitaría de los servicios de las calificadoras.
Los especialistas del sector privado no responden a los intereses del país, ni de la población. Son profesionales que le dicen lo que quieren oír los dueños del dinero, son (como muchos periodistas) el AK-47 que mete presión a los mercados para alentar la especulación. Recuerda que los “inversionistas” (más bien especuladores) quieren ganancias rápidas con el menor riesgo. Si hay especulación, muchos pierden y pocos ganan, los que están bien informados se cubren mientras la estampida de los desinformados corre y destruye todo a su paso.
Todo este rollo te lo digo para que no creas todo lo que dicen los “expertos” del sector privado pues casi siempre se equivocan. Si no, mira las portadas de muchos diarios del país, casi todo mundo destaca el incremento de los pronósticos de crecimiento económico del Banco de México.
Ahora que el Banxico estima un crecimiento para el país, que en el escenario más optimista llegaría hasta 6.7% al final de 2021; ya no saben cómo explicar sus burlas hacia el presidente López Obrador cuando el pasado 8 de febrero dijo; “Yo estimo que vamos a crecer 5% este año, que vamos a ir superando la crisis económica”. Para muchos, ese día fue más importante su declaración de que no usaría cubrebocas.
El Banxico aumentó de 3.3 a 4.8 por ciento su pronóstico más realista, pero los que presagiaban tormenta siguen pensado como van a explicar sus fallidas previsiones.
En enero, la American Chamber of Commerce de México (Amcham) estimaba un crecimiento de 3%, Bank Of America (BoFA) también 3%; Moodys 3.5%; Citibanamex 3.3% y hasta la Concanaco de 3.5%. Para febrero, la misma encuesta de Banxico ya se acercaba al crecimiento de 4% pero nadie dijo nada porque siguen buscando explicaciones al por qué México no crecerá; en lugar de buscar cómo sí puede crecer. A veces pienso que todos son como pájaros, trinan en el mismo tono para no ser rechazados por su parvada.
¡Uyyy, que mello!
Desde hace días también quería comentarte que me llegó un comunicado de la firma de abogados Foley & Lardner LLP quienes de manera súper desinteresada; nos advierten que con la aprobación de la Ley de la Industria Eléctrica, “Viene un problema serio para el país”. Uy, qué mello, mira como estoy temblando.
Dicen que, con la aprobación de la Ley de la Industria Eléctrica en el Congreso de la Unión, viene una ola de amparos de todos los generadores de energía. (Uy, qué mello…) Agrega que la Reforma “tensará aún más el ambiente con los inversionistas, nacionales y extranjeros” (Uy, que…) Advierte que “pronto empezarán los arbitrajes internacionales bajo la cobertura de los diferentes tratados internacionales que ha celebrado México”.
Añade que “el efecto económico de este cambio a la reforma energética podría ser comparable al que tuvo la cancelación del NAIM” (Uy…) que las empresas buscarán proteger sus inversiones ya sea bajo el TMEC, el TPP, así como el Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (Uy…)
Los abogados de pronto se convierten en ingenieros electricistas al decir que “la CFE no puede por sí sola satisfacer el cien por ciento de la demanda energética del país. Sus centrales, por ser tan viejas, tienen niveles de indisponibilidad importantes en la generación, por lo que los apagones seguirían ocurriendo. Es indispensable la participación privada”.
Por último, se convierten en ecologistas al decir que “provocarán el incumplimiento de México a sus metas de reducción de gases de efecto invernadero y de transición energética”.
Todo mundo tiene derecho a expresar su opinión y mostrar su lado de la historia pero como periodista yo preguntaría: ¿Cuáles inversionistas se sienten tensos, los que especularon con los contratos de la CFE o los que firmaron dichos contratos con alevosía y ventaja? ¿Acaso la Constitución no dice que México es soberano en materia energética y por tanto, no aplican los tratados internacionales de CO-MER-CIO? ¿La CFE quiere quedarse con todo el abasto de energía eléctrica o solo quiere tener preferencia sobre los privados? Por último, ¿a quienes representa Foley & Lardner, a empresas mexicanas, extranjeras, ambas?
Insisto… uy, qué miedo, mira como estoy temblando.
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