
¿Cómo se prepara correctamente la uña natural antes del gel?
agosto 14, 2025La aplicación de gel en las uñas es un procedimiento conformado por diferentes fases; cada una es importante para obtener los resultados deseados, pero la primera es la que más impacto tiene en la apariencia final y en la forma en la que el esmalte se adhiere a la superficie.
Mientras algunas mujeres realizan un ritual de preparación que resulta insuficiente, otras añaden pasos extras que no aportan ningún beneficio relevante. ¿Cuál es, entonces, la forma correcta de hacerlo? Esta nota expondrá algunas recomendaciones que tanto principiantes, como nail artists experimentadas, podrán poner en práctica para mejorar su técnica.
Limpieza inicial y revisión
Comienza retirando cualquier residuo que pueda interferir con la adhesión: restos de esmalte, grasa natural, polvo y demás; de preferencia, hazlo con un limpiador especial para uñas. Mientras lo haces, ve si hay fisuras, zonas descamadas o irregularidades en la placa ungueal (la superficie natural de la uña).
¿La razón? Aunque se consideren simples detalles estéticos, en realidad son puntos de riesgo para el levantamiento prematuro del gel, por lo que detectarlos a tiempo te va a ser útil al momento de decidir si necesitas reforzar, ajustar la presión del limado o modificar la aplicación en esa área.
Gracias a una revisión previa, llevarás un mejor control del proceso, también te enfrentarás a menos correcciones posteriores.

Manejo de la cutícula y borde de la uña
El siguiente paso es desplazar la cutícula con una herramienta diseñada para este fin, ejerciendo presión suave, de modo que se despeje la superficie de la uña y se logre un borde limpio. Retira solo la piel no adherida a la uña; cualquier corte excesivo puede derivar en irritación o microlesiones.
La búsqueda de los instrumentos adecuados es un problema para quienes se van familiarizando con la manicura, aunque las profesionales con varios años en el rubro tampoco se salvan. Un kit para uñas de gel es una solución conveniente, ya que, suelen incluir todo lo que se necesita para que la uña se prepare y se deje lista para las próximas etapas.
Pulido y texturizado
Acabado el cuidado cuticular, tienes que suavizar y matizar el brillo de la uña natural, por ejemplo, con una lima de grano fino; evita movimientos circulares que sobreexpongan áreas y ve eliminando el polvo que se genere con un cepillo o una gasa sin pelusas, idealmente humedecida con tu limpiador profesional.
Deshidratación y acondicionamiento para el gel
Ahora debes quitar cualquier rastro de humedad y grasa natural. Funcionan bien los productos formulados para evaporar rápidamente y dejar la porosidad adecuada. Eso sí: no utilices como sustituto al alcohol, pues no actúan de la misma forma sobre la queratina y pueden alterar el pH.
Aplica el deshidratante en toda la superficie, incluidos los laterales y el borde libre, pero con una cantidad justa; un exceso de producto no acelera el proceso y, en algunos casos, llega a dejar residuos que perjudican la base.
Quizás en este punto ya pienses que son demasiados pasos, no obstante, tus clientas (o tú misma) agradecerán cada gesto de cuidado que tengas. Recuerda que todo suma, y a la hora de establecer tus precios cuando te propongas emprender, te será más sencillo determinar cuánto se vale cobrar por hacer uñas de gel.
Aplicación del primer
El primer es el enlace invisible entre la uña natural y el gel. Su uso no se considera obligatorio, pero en uñas con tendencia a la descamación, zonas grasas o en personas que exponen sus manos a la humedad de manera frecuente, es algo esencial.

Existen dos tipos principales: con ácido, ideal para uñas muy problemáticas en cuanto a adherencia, y sin ácido, recomendado para la mayoría de los casos por ser menos invasivo. Antes de colocarlo, ve que la uña esté libre y pon una capa fina; solo ten cuidado y evita que entre en contacto con la piel para que no haya irritación.
El producto debe secar al aire durante unos segundos antes de continuar con la base del gel.
A modo de conclusión, vale la pena hacer un énfasis particular en la higiene y seguridad del área de trabajo, ya que sí, la técnica importa, pero hay otros aspectos que incluso la profesional más diestra tiene que considerar:
- Antes y después de cada servicio, desinfecta utensilios no porosos (limas metálicas, empujadores y cortadores), recordando siempre las indicaciones señaladas por el fabricante. Las herramientas de un solo uso deben desecharse después de emplearlas.
- Limpia el espacio en el que trabajas para proteger la salud de quienes reciben tus servicios.
Invertir tiempo en perfeccionar la forma en la que preparas la uña es también una manera de mejorar la satisfacción de las clientas, elevar la reputación de tu estudio o salón, y claro, la fidelidad de las usuarias que estarán dispuestas a regresar contigo si les garantizas un proceso profesional y resultados duraderos.