El Senado de la República avaló la reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de no reelección y de nepotismo electoral.
Las reformas establecen que la no reelección aplicará para las personas que hayan obtenido un cargo de elección popular, por lo que no podrán contender para el mismo cargo que están ejerciendo en un periodo inmediato posterior.
La prohibición de la reelección de las personas servidoras públicas será aplicable a partir de los procesos electorales, tanto federales como locales, a celebrarse en 2030.
En cuanto al nepotismo electoral, se propone como un requisito de idoneidad que las personas que busquen participar para un cargo de elección popular no tengan o hayan tenido en los últimos tres años anteriores al día de la elección, un vínculo de matrimonio, concubinato o relación de pareja.
Así como parentesco consanguíneo o civil en la línea recta sin limitación de grado, y en la línea colateral hasta el cuarto grado, o de afinidad hasta el segundo grado, con la persona que ocupa el cargo por el cual participarán.
De acuerdo con el dictamen, dichas disposiciones serán aplicables a partir de los procesos electorales, tanto federales como locales, a celebrarse en 2027.
Durante el debate de este día, el presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, senador Enrique Inzunza Cázares, afirmó que se trata de una reforma de trascendencia para la democracia para tener un sistema político electoral equitativo y justo, pues la no reelección inmediata evita la superioridad y permite nuevas candidaturas, además de no perpetuar a las personas o grupos políticos en el poder.
Mientras que la eliminación del nepotismo electoral -apuntó-, pretende que ninguna persona pueda estar en un cargo público si tiene vínculos parentales, pues lo que busca, es poner fin a los linajes o dinastías políticas, además de garantizar que el acceso al servicio público sea por méritos y no por lazos familiares, donde los apellidos no tengan más peso que la capacidad y la vocación de servicio.
El secretario de la Comisión de Puntos Constitucionales, Saúl Monreal Ávila, señaló que el dictamen marca un antes y un después, ya que erradicará prácticas que han debilitado la confianza en las instituciones, pues los cargos públicos deben ser representados por quienes están comprometidos con el bienestar del país.
La no reelección dijo, no sólo aplicaría al Ejecutivo Federal, sino a todos los niveles de gobierno, porque se requiere de un gobierno libre de intereses y cercano a la gente; en tanto que con la supresión del nepotismo electoral, refirió, se garantiza que los espacios públicos sean abiertos y se obtengan por la capacidad y no por los privilegios políticos, pues estamos “para servir y no para servirnos del poder”.
En la discusión del dictamen, Clemente Castañeda Hoeflich, de Movimiento Ciudadano, señaló que está reforma es promovida desde el poder para preservar el poder, además de ser una “simulación”, porque no se está prohibiendo la reelección, sino que prohíbe la reelección consecutiva, regresando a los tiempos del PRI, por lo que es una reforma “doméstica” y no para las élites.
En cuanto el nepotismo electoral, agregó, que si bien es una práctica que ha perjudicado al sistema político mexicano en su conjunto, esta reforma no la combate realmente, pues de ser así la aplicarían en todos los niveles de gobierno para acabar con los apellidos que buscan expandir una dinastía y conservar el poder; pero, además, por inconformidad de los partidos aliados, Morena modificará la fecha para la entrada en vigor de la reforma del 2027 a 2030.
Alejandro González Yáñez, del PT, indicó que la no reelección está en lo más hondo de la historia de México y de su democracia, mientras que el nepotismo, asentó, es una práctica que construye dinastías, es tráfico de influencias y corrupción, por lo que es necesario “acabar de tajo” con esa práctica “nefasta” y liberar al pueblo del poder de familias.