Con el fin de mantener la tendencia en la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores y sus familias, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), propuso que el incremento a los salarios mínimos sea de 20 por ciento.
A unas horas de que inicie la asamblea de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), el líder nacional de la agrupación obrera, Isaias González Cuevas, dio a conocer el documento que envío al secretario del Trabajo y Previsión Social, Marath Baruch Bolaños López, en el que destaca lo siguiente:
“Reconocemos el rumbo de la política del Gobierno de México, encabezado por la Presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, para mejorar los salarios como una herramienta económica, de justicia social y de transformación del mundo del trabajo, bajo el principio de consolidar una República con Trabajo y Salario Justo, como parámetro nacional de bienestar”, de acuerdo con el documento.
Recuerda que la CROC ha acompañado la recuperación progresiva del salario mínimo, el cual ha pasado de $88.36 diarios en 2018 a $278.78 en 2025, representando la mayor recuperación del salario base en América Latina en los últimos 50 años, por encima de países como Brasil, Argentina, Chile y Perú.
Este incremento, señala, ha beneficiado tanto a personas trabajadoras con salario mínimo como a quienes perciben salarios contractuales, elevando el piso general de ingresos.
Por lo anterior la CROC considera que el salario remunerador es un derecho constitucional y un pilar fundamental del trabajo digno o decente, establecido en nuestra Carta Magna en su Artículo 123.
Asimismo, cita el informe Mundial de Salarios 2024–2025 de la OIT que demuestra que los trabajadores de bajos ingresos han enfrentado una disminución real de su poder adquisitivo, afectando principalmente a hogares con mayor carga familiar y sin cobertura de seguridad social ampliada.
“Por ello, la OIT recomienda que la fijación salarial se sustente en evidencia empírica y proteja especialmente a los hogares con menores ingresos, priorizando el bienestar familiar sobre criterios meramente macroeconómicos”, de acuerdo con la CROC:
Destaca que, a pesar de moderación en los niveles inflacionarios, la realidad es que los precios de los productos de la canasta básica no disminuyen; por el contrario, mantienen un crecimiento permanente y sostenido.
Por ello, persiste un reto estructural: mientras el salario mínimo ha aumentado, los costos asociados al bienestar familiar crecen con mayor rapidez, especialmente debido al carácter regresivo del gasto que impacta de manera directa a los hogares con menores ingresos.
“Que el valor de la Canasta Alimentaria, medido a través de la Línea de Pobreza Extrema por Ingresos (LPEI), por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, actualizado a noviembre de 2025, asciende a $2,454.74 pesos mensuales por persona. Este monto representa el ingreso mínimo indispensable para cubrir únicamente los productos esenciales de consumo cotidiano como tortilla, leche, huevo, carne, entre otros.
“Que el valor mensual por persona de la Canasta no Alimentaria según INEGI, a noviembre de 2025, es de $2,305.17, ingreso mínimo indispensable para cubrir, entre otros, transporte, agua, luz, gastos de la vivienda, cuidados de personas, educación, cultura y recreación”, de acuerdo con la agrupación obrera.
También menciona que el gasto de bolsillo en salud se ha incrementado en 6%, lo que adquiere una relevancia crítica, ya que en los hogares de los trabajadores se destinan entre 35% y 38% de su ingreso total a salud, y que este gasto es hasta cuatro veces más alto proporcionalmente en los decirles con menores ingresos, según datos de la ENIGH 2024.
“Que la Línea de Pobreza por Ingresos (LPI) actualizada a noviembre de 2025, establece que el costo mensual para cubrir la CANASTA ALIMENTARIA más la CANASTA NO ALIMENTARIA en zona urbana es de $4,759.91 pesos por persona”, expone Isaías González Cuevas.
Por lo tanto, las necesidades reales de un hogar promedio de cuatro integrantes, demandan mínimamente de $19,039.64 mensuales para alcanzar la Línea de Bienestar Familiar.
“Que el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) al segundo trimestre de 2025, es de 35.1%; por lo que, de cada 100 trabajadores, a 35 no les alcanza el salario para comprar la canasta básica para ellos y sus familias”, de acuerdo con la CROC.
De esta manera, para continuar con la recuperación del poder de compra del salario, dignificar el ingreso laboral, impulsar el desarrollo regional, fortalecer un mercado interno dinámico y cumplir con el mandato constitucional de un salario realmente remunerador, capaz de garantizar el bienestar familiar en sus dimensiones material, educativa, cultural y de salud, proponemos que, tanto para la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN) como para el resto del país, el INCREMENTO A LOS SALARIOS MÍNIMOS GENERALES Y PROFESIONALES para el 2026 SEA DEL 20 %.
Dicho aumento, destaca el organismo, es un acto de justicia al sector de las y los trabajadores en la permanente exposición a los riesgos de trabajo y en la constante contribución a la riqueza de la Nación.