Empresarios, trabajadores y analistas del sector obrero coincidieron en que la reducción de la jornada laboral debe contener una gradualidad en la implementación, claridad de la aplicación legal y apoyo a la micro y pequeñas, de acuerdo con un documento elaborado por los sectores productivos.
En contraste, los señalamientos en contra que se obtuvieron durante los Foros Regionales 40 Horas, fueron que aumentará la informalidad, se observará un aumento en el pago de las horas extras y algunos participantes se expresaron en contra de que la reducción se complemente en el año 2030, sino que propusieron que la jornada de 40 horas esté vigente en 2026.
En el documento, entregado a Tecnoempresa por líderes obreros, se dan a conocer las diferentes posturas de los participantes en los foros realizados en la Ciudad de México, Monterrey, Nuevo León, Guadalajara, Jalisco, Tijuana, Baja California y Cancún, Quintana Roo.
Una de las coincidencias que tuvieron los patrones y trabajadores es que las micro y pequeñas empresas deben recibir incentivos, apoyo técnico o fiscal para adaptarse a la reforma.
Igualmente, ambos sectores expresaron que la jornada de 40 horas debe aplicarse de forma progresiva y escalonada, respetando las particularidades de cada sector.
Reconocen que el proceso debe construirse mediante el consenso entre gobierno, empleadores y trabajadores.
También dijeron que es necesario una normativa clara, técnica y que se adapte para tener certeza jurídica en ambas partes.
Otro punto destacado que expresaron los representantes de la Iniciativa Privada y de los Trabajadores se refiere a que esta reforma no debe afectar negativamente el rendimiento o los procesos productivos.
“Ambos sectores plantearon que las micro y pequeñas empresas deben recibir incentivos, apoyo técnico o fiscal para adaptarse a la reforma”, de acuerdo con el documento.
En contraste, en cuanto a los puntos en contra que se recibieron durante las reuniones destacan los altos costo que traerá la baja de la jornada laboral, entre ellos el aumento en el pago de horas extras y un significativo aumento de la productividad.
Otra postura en contra se refiere a que es necesario realizar pruebas pilotos o entrada por sectores productivos.
Otro elemento negativo expresado durante las reuniones se refiere a que la implementación de la jornada puede generar un efecto contrario a las mipymes recurriendo a la informalidad.
Los patrones y obreros igualmente se refieren a que, si bien se trabaja muchas horas, pero ello no quiere decir que los trabajadores sean productivos.
También muchos empresarios manifestaron su temor de que la diminución de la jornada laboral traiga como consecuencia un significativo aumento en el pago de las horas extras
Y, por último, que muchas empresas tendrán que reducir costo y con ello se podría observar un considerable aumento en la informalidad.
Ver comentarios (0)