El Global Business Policy Council de Kearney presentó su Índice de Confianza en la Inversión Extranjera Directa (FDICI) 2025, en el que México cayó cuatro posiciones, al pasar del lugar 21 al 25. Esta clasificación se basó en el análisis de las expectativas de los inversionistas respecto a los flujos futuros de inversión a tres años.
México mantuvo una posición relevante entre los mercados emergentes, donde seis países de esta categoría se ubicaron entre los primeros 25 del índice global. El país figuró junto a China, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Brasil e India en el ranking especializado en economías emergentes.
A pesar del retroceso en el índice global, México registró un flujo de inversión extranjera directa (IED) de 36.8 mil millones de dólares, el monto más alto de la última década. Las inversiones en manufactura, especialmente en la industria automotriz, sobresalieron como principales destinos del capital extranjero.
La distribución de la IED también incluyó reinversiones de utilidades en sectores como manufactura, servicios financieros y transporte, mientras que se observaron salidas en el sector construcción, lo que reflejó una redistribución del interés de los inversionistas por ciertos sectores.
El posicionamiento comercial de México con Estados Unidos se sostuvo mediante el acuerdo T-MEC. El país continuó como el mayor proveedor de importaciones hacia Estados Unidos, reforzando su papel dentro de las cadenas de suministro regionales.
Los resultados del índice se basaron en una encuesta aplicada en enero a inversionistas de empresas globales, quienes destacaron la importancia de la eficiencia legal y regulatoria, el desempeño económico interno y las capacidades tecnológicas como factores determinantes para sus decisiones de inversión.
En el entorno global, los encuestados anticiparon un escenario de mayores precios de materias primas, con 38% señalando este fenómeno como el hecho más probable en el próximo año. Este dato representó un incremento de 12 puntos porcentuales en comparación con el año anterior.
Las proyecciones también incluyeron el aumento de tensiones geopolíticas, una preocupación que 35% de los participantes consideró probable para 2025, siete puntos porcentuales por encima del nivel reportado el año previo.
Otros factores de riesgo identificados fueron el endurecimiento del entorno regulatorio empresarial en mercados desarrollados (32%) y, con 26% cada uno, las mayores restricciones regulatorias en mercados emergentes y la inestabilidad política en mercados desarrollados.
En cuanto al desempeño global, Estados Unidos ocupó el primer lugar del índice, con 45% de los encuestados señalando la innovación tecnológica como la razón principal para invertir en ese país. Canadá conservó el segundo puesto, mientras que Reino Unido y Alemania encabezaron las posiciones europeas con el tercer y quinto lugar, respectivamente.
En Asia, Japón subió del séptimo al cuarto lugar, superando a China, que descendió al sexto lugar. En Medio Oriente, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita ocuparon el noveno y décimo tercer puesto, respectivamente, lo que reforzó la presencia de esta región en el índice global.
En el ranking específico de mercados emergentes, el índice incorporó por primera vez a Kuwait y Bulgaria entre los primeros 25 lugares. América se consolidó como la región con mayor número de países en la lista, al incluir ocho mercados, uno menos que el año anterior.