Si me conoces, sabes que no soy como la mayoría de mis colegas. Yo no te voy a presumir que tengo grandes fuentes de información y que me persiguen las “gargantas profundas”. Nada de eso.
Sin embargo, si te voy a presumir que tengo muchos amigos y algunos muy chismosos. Ellos me cuentan cosas que consideran interesantes para publicarse pues generalmente son historias que indignan.
Pues Mis Amigos Chismosos (MACH) me actualizaron algo de la tragicomedia que envuelve a Miguel Zaragoza Fuentes, fundador del principal conglomerado gasístico de México, Grupo Zeta, y su eterno proceso de divorcio con su ex esposa Evangelina López Guzmán.
Mucho se ha escrito de este empresario y veo que tiene muy bien cuidada y aceitada su huella digital. Por eso no vengo a contarte chimes o rumores relacionados con el empresario, sino de las razones por las cuales llevamos más de 10 años escribiendo de este culebrón. Los clásicos de las novelas dicen que el culpable es el mayordomo, pero en este caso, los culpables son los abogados.
En el mundillo judicial se comenta que el expediente de Evangelina López Guzmán ya no es un caso, sino un experimento de resistencia. No gana quien tiene la razón, sino quien logra que la otra parte se canse, se enferme o, con un poco de “suerte”, no llegue a escuchar la sentencia.
Me parece increíble, pero MACH dicen que un grupo de abogados con historial panista estaría ejecutando la táctica favorita de las élites litigantes: convertir la ley en un laberinto sin salida. Me niego a creer que en la lista de los abogados dilatorios aparecen Eduardo Romero Ramos, Diego Fernández de Cevallos, Marco Antonio del Toro Carazo, Fernando Gómez-Mont Urueta y Luis Alfonso Cervantes Muñiz.
Romero Ramos (acusan MACH) habría afinado recursos para que las pruebas molestas no lleguen ni a la puerta del juez. Fernández de Cevallos, con su agenda siempre bien surtida, sabría bien que puerta tocar para que el expediente se quede estacionado meses enteros.
Del Toro, famoso por defender clientelas dignas del programa de la señorita Laura, no estaría precisamente en modo “resolución exprés”. Gómez-Mont, con su arsenal de tecnicismos, habría metido tantas prórrogas que el caso ya podría ser materia de arqueología.
Y lo de Cervantes Muñiz raya en novela negra. Se dice que presentó documentos donde Evangelina supuestamente desistía de su demanda… sin que ella lo supiera.
MACH suponen que existe una red entre abogados, jueces y autoridades en Jalisco y Chihuahua pues misteriosamente, los amparos favorables a una parte se resuelven en tiempo récord, mientras que los de Evangelina avanzan como tortuga con jet lag.
Cada mes sin sentencia es una victoria para quienes juegan al desgaste biológico. No es justicia; es un concurso de paciencia con premio para el más cínico. Yo no creo nada de lo que dicen MACH pero en una de esas…