Gentrificación mundialista; por Hugo González en ContraRéplica

Si creías que la gentrificación está de moda por las “Ladys racistas” o los “Luisitos comunicas”, prepárate, porque el verdadero gol nos caerá en 2026.

La Ciudad de México espera casi 5.5 millones de turistas durante el Mundial de Futbol, y aunque suena a millones de selfies en el Ángel y a mezcal artesanal, también es la receta perfecta para desplazar a miles de capitalinos. ¿Estamos listos para evitarlo?

Quienes crecimos en barrios como la colonia Obrera (donde sobrevivías si no te metías con los de la Doctores o la Buenos Aires) vemos con asombro cómo ahora hay quien paga decenas de miles de pesos por rentar ahí. Lo que hace 30 años era zona de alto riesgo, hoy se vende como “área emergente con valor cultural” para millennials y centennials.

Supongo que ser vecino de la Roma y tener un mercadito orgánico cerca la hace más “cool”. Aunque no tan chido para los quienes llevan décadas viviendo ahí y ahora no pueden pagar rentas o servicios más caros.

El Mundial no solo traerá balones y camisetas tipo chiquitibum. Traerá alojamiento Airbnb a precio de hotel en París, bares efímeros (o clandestinos) para turistas y hordas de freelancers con MacBook. Basado en mi experiencia del Mundial de México 86 (ttsss), preveo que las zonas más golpeadas no serán Coyoacán o Xochimilco, sino la Roma, Condesa, Juárez y tal vez Polanco. Son las mismas zonas que adoran a los nómadas digitales, esos que aman vivir como ricos aquí, aunque no podrían pagar un departamento en Brooklyn.

El problema es que aún no se ven las políticas públicas que mitiguen esta transformación salvaje. Los precios del alquiler ya están por las nubes. Si antes pagar 15 mil por un departamento era escándalo, hoy es “oferta”. Y con la llegada de turistas mundialistas con euros, dólares y ganas de fiesta, la demanda por alojamientos temporales se disparará.

Por ello, urge encontrar mecanismos de acceso a vivienda digna y económica además de un mayor control sobre las plataformas de alojamiento temporal como Airbnb.

La especulación inmobiliaria seguirá jugando su propio mundial pues los proyectos urbanos, muchos promovidos desde lo privado, ya están pensando en dólares y en inglés. Están hechos para el que busca “experiencias culturales” en zonas “auténticas”, antes de que esa autenticidad se la coma la frenética fiesta cosmopolita.

No se trata de satanizar al turista. Ni al argentino que viene a ver a Messi, ni al alemán que llega con mochila, su Google Maps y su Uber. Se trata de cuestionar un modelo de ciudad que invita a medio mundo a instalarse sin proteger a quienes viven aquí desde siempre. Porque mientras unos brindan con pulque en terrazas “conceptuales”, otros empacan sus cosas porque ya no pueden pagar sus rentas.

El Mundial de 2026 podría convertirse en el último empujón para que muchas colonias pierdan su identidad. Y lo peor es que muy pocos se han dado cuenta de ello.

La gentrificación de la CDMX es ¿un asunto de egos, injusticias, abusos inmobiliarios o la factura por convertirse en una Ciudad más cosmopolita? ¿Rentar un departamento en el reino hipster ya será tan dificil como comprar una casa? ¿Vivir en la Condesa durante Mundial de Futbol será como estar en offside? ¿Tu qué crees?

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Hugo González: Periodista especializado en Negocios y tecnologías de la información. Columnista en El Universal y en el diario ContraReplica. Ha sido Colaborador de Adriana Pérez Cañedo en NRM comunicaciones y de Eduardo Ruiz-Healy en Radio Formula e integrante de la Barra de Opinión de TV Azteca ADN40. Fue editor de Negocios, columnista y comentarista de TV en Grupo Milenio. También fue columnista y analista en El Heraldo Media Group y en Reaktor del Grupo IMER. Comunicólogo tecnoruco y businnessrocker solidario, de mente fría pero apasionado por la creatividad. Le va al América y le encanta el albur y el doble sentido. Chairo de corazón y respetuoso de todas las opiniones. Amante de México y sus mexicanos chidos.

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