Atletas de México, Argentina, Colombia y otros países encabezan un movimiento que transforma rings y percepciones. Con nuevos torneos y una visibilidad en aumento, esta evolución se consolida. Este deporte vive un momento histórico, subraya Ángel Beltrán Acosta, entrenador mexicano con más de tres décadas de experiencia, al destacar el crecimiento del boxeo femenino en América Latina.
Figuras como Mariana Juárez guían el camino en México con títulos mundiales en distintas divisiones. Su ejemplo inspira a jóvenes; la Federación Mexicana de Boxeo reporta un 30% de aumento en inscripciones femeninas. Desde la capital, Beltrán Acosta entrena a varias promesas y afirma que la pasión sostiene el cambio.
Campeona en peso mínimo, Yésica Bopp acumula defensas con victorias contundentes y motiva a nuevas generaciones en Buenos Aires. Beltrán elogia su técnica y constancia; afirma que boxeadoras como Bopp elevan el nivel competitivo. Los torneos nacionales argentinos consolidan la tendencia.
Con 43 victorias y 30 nocauts, Amanda Serrano rompe récords desde Puerto Rico y compite en divisiones altas. Beltrán destacó su proyección internacional: “Amanda lleva el boxeo latino a otro nivel”. En paralelo, resaltó a Hanna Gabriels, de Costa Rica, campeona en superwelter por fuerza y precisión.
La Copa América de Boxeo 2025, en Ibagué, incluye categorías femeninas con equipos de México, Argentina y más. Beltrán valoró el impacto de estos encuentros. “Competiciones así dan visibilidad y experiencia a las boxeadoras”, comentó. Estima que Colombia tendrá campeonas mundiales pronto.
En Perú, la formación crece: gimnasios en Lima trabajan con jóvenes talentosas y la Asociación Peruana de Boxeo promueve torneos exclusivos para mujeres. Beltrán celebró esas acciones. El boxeo femenino fortalece la disciplina en toda la región”, aseguró. También recibe peruanas que viajan a México para afinar técnica.
Las bolsas económicas para mujeres siguen por debajo y la cobertura mediática es limitada, advirtió el entrenador. Aun así, DAZN transmite peleas femeninas. Beltrán consideró positivo el avance: “La tecnología lleva el boxeo femenino a millones de hogares”. Visualiza un futuro prometedor.
En la isla, el boxeo femenino cubano gana terreno tras su reciente oficialización; las atletas brillan en panamericanos. Beltrán valoró su escuela técnica: “Cuba aporta calidad al boxeo femenino”. Espera que más países del Caribe inviertan en estas disciplinas.
Ícono histórico, Laura Serrano, primera latina en el Salón de la Fama del Boxeo, impulsa mayor inversión desde México. Beltrán la reconoce y sostiene: “Laura abrió puertas que hoy cruzan muchas jóvenes”. Propone sumar academias especializadas en la región.
En peso gallo, Marcela Acuña acumula récords y amplía el alcance del boxeo con trabajo en gimnasios populares de zonas rurales en Argentina. Beltrán elogió su labor social. “Boxeadoras como Acuña cambian vidas”, afirmó. Considera que estas figuras consolidan el legado femenino.
Con ese impulso, el boxeo femenino redefine la escena deportiva latinoamericana. Familias apoyan a sus hijas y surgen gimnasios especializados en ciudades clave. Beltrán prevé efectos de largo plazo: “El boxeo femenino no solo produce campeonas, sino que cambia culturas”. El movimiento avanza hacia más triunfos y reconocimiento global.