El divorcio RP y Periodismo, mi opinión de sábado

El divorcio RP y Periodismo, mi opinión de sábado

mayo 28, 2022 Desactivado Por Hugo González

Tenía ganas de escribir sobre las Relaciones Públicas (RP) y el periodismo y esto fue lo que salió. Dale

No se si a ti te pase igual pero mis periodos de mayor lucidez o incontinencia mental me llegan después de una crisis profesional o emocional. Eso me pasó hace unos días pues en la búsqueda incesable de nuevos modelos de negocio, de nuevas fuentes de ingreso o, por lo menos; nuevas ideas para mis productos periodísticos; comencé a experimentar una nueva angustia vocacional pues a veces no le hallo el valor a la práctica periodística.

Fue entonces que me encontré en con varias interrogantes que rayan en lo epistemológico: ¿está en crisis el periodismo? ¿es viable? ¿debemos buscar nuevos métodos y herramientas? ¿ser periodista aún tiene algo de valor? ¿quiero ser periodista o influencer? ¿aun existe la vocación periodística? ¿somos profesionistas sobre explotados o sobre valorados? Tantas dudas que me hicieron llegar a la conclusión que todo eso son síntomas de cambio, de evolución y revolución; dudas que me hicieron ver que todo es parte de la disrupción y transformación digital de toda la comunicación.

Lo veo porque se están rompiendo esquemas y relaciones que antaño eran muy poderosas. Antes, los publirrelacionistas y los periodistas daban pie a exitosas simbiosis comunicativas. Las marcas encontraban en las Relaciones Públicas (RP) un buen camino para difundir sus mensajes y al mismo tiempo, los periodistas encontraban buenas historias y mensajes para difundir a sus audiencias. Pero todo ha cambiado. Se está acabando ese matrimonio que por décadas tuvieron el periodismo y las relaciones públicas.

Son muchos los ejemplos que, desde la parte periodística; encuentro como cambios disruptivos en los modelos de comunicación. Uno de ellos podría ser esa especie de competencia desleal de las marcas con el periodismo. Las marcas y empresas se están convirtiendo en competidores de los medios de comunicación pues son ellas las que crean, diseñan y alimentan sus propios medios ya sea internos como externos. Puede ser a través de una simple página de Facebook, de un blog, un podcast o un subdominio específico; las marcas están generando sus propios contenidos que, en algunos casos; son más atractivos para su público específico, su mercado objetivo, su “ideal buyer”.

Y aunque hay muchos casos exitosos, también hay experimentos son fallidos. Muchas veces no entienden las lógicas editoriales y comunicativas que son muy distintas a las de una campaña publicitaria. Esa es una discusión centenaria, pero también; es un área de oportunidad para los periodistas y comunicadores profesionales quienes podrían tomar ese camino y realizar contenidos que quiere una marca.

Tal vez ya no harían periodismo atractivo para la sociedad en general, incluso podría ser aburrido, sin embargo; ese periodismo especializado y técnico podría ser muy atractivo para el público objetivo de ciertas marcas, pero bajo el riego de caer en la definición que a muchos les hace ruido, les da roña, les provoca nausea: el periodismo de marca.

Dicho concepto lo manejó desde mucho tiempo la revista Expansión, teniendo como una de sus mayores representantes a Bárbara Anderson quien, a su paso por Milenio, se topó con muchos obstáculos tanto operativos, como de concepto y editoriales. Promover el periodismo de marca en ese tiempo y en un medio como Milenio, fue complicado. No teníamos la cultura organizacional que adoptara ese concepto.

Quienes me conocen, podrían pensar en estos momentos que caigo en una contradicción y en la hipocresía; porque muchas veces me queje de Bárbara Anderson. Sin embargo, no me quejaba de sus ideas sino del trabajo que me costaba penetrar esas murallas ideológicas y romper esas resistencias periodísticas. Yo era el ariete, el wey que se encontraba en la primera línea de batalla y me dejaban la chamba más difícil; por eso no pude, troné, renuncié, capitulé.

No es que rechazara las ideas de Anderson, solamente que yo nunca tuve el poder o el cargo para hacerlas efectivas al interior de Milenio. Lo puedo decir más claro, simpatizaba con el periodismo que proponía Bárbara pero me molestaba que yo hiciera el trabajo duro, difícil y a veces hasta sucio para poder combinar esa necesaria simbiosis entre lo editorial y lo comercial. Se sigue haciendo en Milenio pero creo que ahora con menor intensidad.

Por eso creo que, así como está sucediendo en los medios de comunicación; pronto tendremos una clasificación entre periodistas tradicionales y periodistas de marca. Los primeros tratarán de ser independientes, informando a la sociedad y siendo financiados por la misma sociedad; pero habrá otros que buscarán contar historias interesantes, atractivas y rentables para distintas marcas, ya sean políticas o empresariales; las cuales serán su sustento, su forma de vida.

Pero por qué llegamos a este debate si comenzamos a hablar de relaciones públicas y periodismo, pues porque tanto los periodistas, como los publirrelacionistas tienen que comenzar a reconstruir su relación. Así como los periodistas necesitamos definiciones entre las marcas o la sociedad, los publirrelacionistas también deben optar por fungir como cabilderos de marca en los medios o como generadores de contenidos y forjadores de influenciadores.

Los colegas de las RP necesitan entender que los medios ya no son como antes. Los periodistas nos encontramos saturados de mensajes, información, propuestas y necesidades informativas. Estamos saturados de chambas que a veces no se pagan o se pagan muy mal pero que “nos dan visibilidad”. Luego entonces, el tiempo juega contra nosotros y esto, conjugado con la precariedad financiera; impide poner atención a la información que puede ser interesante pero no es rentable. Por eso creo también que existirán dos tipos de medios, los que son simples reproductores o “pushers” de información (más en la parte digital) y los que todavía tenga capacidad de generar sus propios contenidos.

En ese sentido, el típico comunicado de prensa esta condenado al exterminio si no se realiza el debido proceso de venta informativa con el periodista. Podría decir que estamos cayendo en un círculo vicioso en el cual el periodista no publica comunicados porque están carentes de valor; y esto sucede, porque los contenidos que hacen los RP tradicionales no son atractivos para periodistas que están más dedicados en generar sus notas propias o en atender notas patrocinadas y, por ende, rentables.

Es entonces que volvemos a la oportunidad que tienen los periodistas y los RP; siempre y cuando logren salirse de los esquemas tradicionales y masificados de filtración-comunicado-entrevista. Buscar contenidos que generen más interacción entre los públicos puede ser interesante para los medios y periodistas de softnews. Al mismo tiempo, poner atención y una más refinada curaduría de contenidos para periodistas de hardnews puede ser más efectivo para algunas marcas. Sin embargo, lo que debemos entender que siempre, siempre, siempre; la comunicación es una relación humana y como tal, debemos atenderla, cuidarla y fortalecerla.

Ya ves, si ya saben cómo me pongo, ¿para qué me provocan?


Escúchanos y léenos también en https://www.facebook.com/tecnoempresa/ o si también puedes darte una vuelta por https://www.facebook.com/Ncuarenta. Allí podrás tener más información y comentarios que se nos escapan en esta vitrina tecnoempresaria.

47