Las exportaciones que más crecieron y cayeron durante la primera mitad de 2020

La primera mitad de 2020 estuvo marcada por enormes retos para la economía global: la pandemia de COVID-19 causó una marea de incertidumbre, cierre de actividades y golpes fuertes al comercio internacional.

En este contexto, ¿qué sucedió con las exportaciones de México?

De enero-junio de 2020, México exportó 183 mil 53 millones de dólares, es decir 19.5% menos que el mismo periodo del año pasado.

En el caso de productos del sector agropecuario, se ha mantenido un alza en cuanto a las exportaciones, misma que varía entre productos. “Este segmento representa el 36% de la cartera de clientes a los que financiamos por medio de factoraje internacional en Drip Capital. De igual modo, tenemos registro de un incremento del 15% de estas solicitudes del primero al segundo trimestre del año”, asegura Edmundo Montaño, director general de Drip Capital México.

En contraparte, el directivo señala que el sector industrial, que conforma el 24% de su cartera de clientes, tuvo un repunte en cuanto a solicitudes de financiamiento, en el mismo periodo, del 34%, lo cual, obedece a la apertura de las plantas productivas y la amplia necesidad de capital de trabajo a corto plazo.

Entre los sectores más afectados, estuvo el automotriz. Al respecto, Booster Precision Components, proveedor internacional Tier II de componentes de turbocompresores e Inyección y Espumado Automotriz, empresa fabricante de autopartes; ambos clientes de la fintech Drip Capital, compartieron su testimonio y explicaron que uno de los retos más significativos fueron los cierres de plantas (tanto de sus clientes como de ellos mismo) y cómo esto impactó en sus flujos de efectivo:

“En marzo uno de nuestros principales clientes en Estados Unidos cerró completamente su planta. Aunque nosotros seguimos operando y dejamos en trámite de exportación todo el material posible, cuando ellos abrieron nosotros tuvimos que cerrar”, compartió Isaac Bravo, contador de Booster Precision Components.

Entre otras afectaciones, indicó que se frenó una expansión de su planta y una nueva línea de producción debido a la falta del flujo de efectivo ya que gran parte de este se destinó a pagar cuentas para mitigar el impacto de la cadena de suministros.

En términos generales, la compañía calculó cambios drásticos en logística: “todo estaba operando al 30% y notamos un incremento de costos de hasta el 50%, puesto nadie quería correr riesgos”, reportó el representante de Booster Precision.

Por su parte, Rosa María Largaespada, gerente de factoraje en Inyección y Espumado Automotriz declara que “la situación de salud imprevista generada por la COVID-19 nos obligó a cerrar nuestra planta a partir de la última semana de abril y todo el mes de mayo. Pero a partir de junio y hasta agosto los pedidos empezaron a llegar, partiendo de un 30% a un 50%, hasta llegar al 80% de lo pronosticado para este año”.

En contraste con las cifras reportadas por el Inegi, Inyección y Espumado Automotriz se mantuvo estable y con flujo constante de capital, e incluso prevén un repunte en ventas al cierre del año, ello pese a la contingencia. “De manera general, no hubo atrasos en pagos. Consideramos que de agosto a octubre de este año estaremos recibiendo pedidos en un 80% y pronosticamos incrementar ventas para el próximo año”, finalizó la ejecutiva.

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