EU restringiría exportación de tecnología inherente a la inteligencia artificial para “proteger” su seguridad nacional

Foto Cortesía de U.S. Commerce Dept.

Uno de los sellos característicos del gobierno de Donald Trump es empezar un pleito antes de continuar otro, en esa dualidad se inserta su relación con China, pues por una parte mueve todo su aparato de poder para ayudar a grandes corporativos tecnológicos chinos para que vuelvan a entablar negocios en los Estados Unidos, mientras que por otra parte les pone limitaciones al importar tecnología o invertir en empresas tecnológicas estadounidense.

De tal manera, el Departamento de Comercio de Estados Unidos (DoC, por sus siglas en inglés) ayer hizo de conocimiento público que existe un proyecto para impedir la exportación norteamericana de algunos desarrollos tecnológicos como: el “deep learning”, edición de video, redes neuronales, procesamiento del lenguaje e inteligencia artificial (IA).

La administración Trump pretende poner un bloqueo comercial tecnológico bajo la premisa de que esta medida es tomada para salvaguardar la seguridad nacional, lo que ya se ha convertido un recurrente para excusar otras medidas de temas que despiertan escozor y dividen opiniones entre los ciudadanos americanos.

No obstante, la inteligencia artificial es uno de los insumos proclives a no poder ser exportados en caso de prosperar esa iniciativa, pero, es una de las ramas en las que el Gobierno de China está haciendo énfasis, pues desde hace pocos meses integró la enseñanza obligatoria de esta disciplina para estudiantes de educación media-superior; conforme a los planes gubernamentales del “Gigante Rojo” pretenden ser líderes mundiales en materia de IA para comienzos de la tercera década del Siglo XII.

Por otra parte, los Estados Unidos estarían blindándose ante un posible desplazamiento a la segunda posición en el desarrollo de ciencia, tecnología, industria, etcétera. Aunque este episodio también se podría insertar en la batalla comercial entablada entre dos naciones poderosas, cuyo conclusión dista mucho de llegar y sin dudas dejará varias cicatrices en la relación binacional de ambos países, con posibles consecuencias colaterales para el mundo entero.

GAEL

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