Esconder lo maloliente; cacarear lo frívolo// Columna de @hugogonzalez1 en Milenio

enero 12, 2018 Desactivado Por Redacción Tecnoempresa

No sé si sentiste lo mismo, pero el fin de año pasado sentí que no me alcanzaba para el relleno del pavo y mucho menos para pagar mis vacaciones en Las Vegas. Creí que era la vorágine de compras pre y post navideñas lo que me hizo preguntarme: ¿Y mi dinero dónde quedó?

Recuerdo que un vecino decía que la inflación andaba muy perra, pues ya estaba sufriendo para pagarse sus medicamentos y aunque por un momento pensé que exageraba el viejito, ahora que vimos su cierre en 6.7 por ciento, muy por encima del 4.13 por ciento pronosticado en diciembre de 2016 y también muy por arriba del 5.25 estimado en febrero del año pasado, incluso cerró superando el 6.3 por ciento que se preveía hace un mes, solo puedo decir: ¡Ay nanita!

No soy economista, ni en el aire las compongo, pero lo que sí sé es que el imaginario colectivo y la triste memoria política de los baby boomers y mi Generación X nos dice que no vaya a ser la de malas y nos repitan la receta de una crisis económica sexenal. Me da lo mismo que sea por cuestiones locales o foráneas, por presiones de la producción de gas en EU, el TLC, o la manga del muerto; pero casualmente hace un año nos aplicaron el gasolinazo y ahora nos alcanza menos. Y decían que el efecto de la liberación (aumento) del precio de las gasolinas sería transitorio. Sí, como no.

Por eso ahora que ni el tricolor y menos aún el niño frentón quiere reconocer la paternidad de la medida, es momento de comenzar a evaluar con mayor rigor lo que nos recetan los políticos, pues sí es cierto que este mes bajarán las presiones inflacionarias, no quisiera que fuera de manera artificial para echarle una manita al amigo Meade.

Es que ahora hay que esconder todo lo maloliente y cacarear todo lo que se pueda, incluso al grado de celebrar en Los Pinos un servicio que desde agosto del año pasado se anunció y que en otros países se ofrece desde hace años. Debería darnos pena aplaudir el hecho de que ya puedes tramitar tu acta de nacimiento por internet. ¿Esa es la gran aportación de la rimbombante Estrategia Digital Nacional (EDN) y su hermosa ex titular?

Celebrar eso es una señal de los cinco o seis años perdidos en materia digital y no puedo sino que elogiar y suscribir el texto de hace unos días de Jorge Fernando Negrete (¡Hola, Jorfer!), presidente de la Amedi, quien calificó la actuación de la EDN como “frívola e irresponsable”. Efectivamente, México perdió una gran oportunidad porque no es lo mismo dar a luz y alimentar peñabots que liderar a un México digital.

3