Finalmente pasó lo que te advertí desde hace días. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), declaró desierta la licitación LA-009000982-E1-2016. Se trata de la contratación del Servicio Integral del Centro de Atención Tecnológica (SICAT) que implicaba cambiar casi 31 mil computadoras.
Como sabes, en esta ocasión la balanza no favorecía a Cepra pues carecía de alianzas y permisos internacionales exigidos en el concurso. Además, ingresó una propuesta económica muy por debajo de la media marcada por el estudio de mercado realizado por la propia SCT.
Impuesto al atole
Sin embargo, si quieren hacer bien su chamba, tendrían que aplicar ese mismo impuesto de dos varotes a los atoles que vende doña Juana. Ya te lo dije el 18 de enero pasado, consumir atoles y aguas frescas de frutas es igual o más dañino. En 2014 la revista científica Journal of Nutrition encontró que tomarte tu agüita de melón es peor que entrarle a una soda normal. Halló que las personas mayores a 20 años que toman agüitas frescas consumen 213 calorías diarias. Esto se asemeja mucho al consumo de 207 calorías diarias proveniente de los refrescos en este mismo segmento. Pero quienes consumen atole aportan a su alimentación diaria 801 calorías provenientes de esa bebida, 400 por ciento más que un chesquito. Luego entonces, si el objetivo de los senadores es frenar la ingesta de bebidas altamente calóricas, vayan aplicándole un impuesto al atole. ¿No?