Apoyo crítico, columna de @hugogonzalez1 (versión larga) en Milenio

julio 2, 2018 Desactivado Por Redacción Tecnoempresa

Escribo este texto varias horas antes de que cierren las casillas, pero con la esperanza de que cuando tengas la ocurrencia de leerme ya sepamos, sin lugar a dudas; quién será el Presidente de la República en los próximos seis años. Lo escribo con una mezcla de sentimientos pues por una parte quisiera que viviéramos en una democracia madura y real en la cual no hubiera motivos de desconfianza ni miedos a un eventual fraude electoral y por otra emocionado por la muestra de civismo de la mayoría de los mexicanos que hicimos largas filas para acudir a las urnas.

Ya pasaron 12 años desde 2006, cuando millones de mexicanos nos sentimos ofendidos por la campaña de mugre, mentiras e inmundicia que dividió a los mexicanos e impuso en la presidencia, a un señor que bañó de sangre al país y aumentó la desigualdad de la nación. Vino después un señor que compró la presidencia con ayuda de muchos mañosos y ambiciosos que luego se cobraron los favores con millonadas de pesos obtenidos mediante actos de corrupción.

Pasaron ya 12 años en los cuales aprendí a no responder las claras provocaciones e insultos (incluso agresiones físicas) que los “cultos”, “decentes”, “pudientes”, “inteligentes”, “tolerantes” y “respetuosos” creyentes del sistema; nos lanzaron a todos los “nacos”, “jodidos”, “idiotas”, “adelitos”, “pejezombies”, “chairos”, “fanáticos”, “descerebrados” que desde entonces creímos en la propuesta de Andrés Manuel López Obrador. Sí, siempre fui una rayita de ese tigre que AMLO domó y apaciguó en 2006 con un plantón en Paseo de la Reforma y que poco a poco nos fue cansando con varios meses de asambleas informativas y marchas, para finalmente regresarnos a nuestras casas bien sometidos y templados, pero con ganas de seguir chambeándole por nuestro país.

No obstante, y ahora que puedo decir abiertamente que sigo creyendo en el proyecto del Peje; debo advertir que mi confianza no me ciega pues desde la campaña pude ver muchas imprecisiones en sus propuestas y desconfianza en varias personas que le acompañan; esto lo he ido subsanando con el análisis de sus documentos y proyectos de gobierno, mismos que incluso en ciertos rubros son inferiores y limitados respecto a los de sus contrincantes del prianismo.

En materia macroeconómica creo que no tiene mucho para dónde moverse y que seguirá la tendencia de los últimos gobiernos, pero con un tinte más humano. En materia de comercio y apoyo a los sectores productivos, veo una gran oportunidad de cambio y evolución a fin de fortalecer el mercado interno. En asuntos de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), su propuesta la siento parca, aunque con gran oportunidad de mejorarla con la debida orientación y crítica. En el uso de recursos naturales, se avecinan tiempos muy buenos. En política, uuummmta, ya sabes, abundará la grilla. En materia de seguridad, la tiene igual de complicada que cualquiera de los otros pero en lucha contra la corrupción puedo decir que las resistencias serán muy duras de vencer pero en cuanto se logré, el país verá un renacimiento cabrón.

Estoy convencido que Andrés Manuel tiene una pésima comunicación mediática pero cuenta con una gran conexión con la gente en directo pues allí no cuida mucho los efectos de sus palabras, los tiempos o los encuadres, por eso; quienes entendemos sus ideas llenas de saltos cuánticos, tendremos el privilegio, reto y obligación de ser sus más perros, sinceros, respetuosos, amorosos y objetivos críticos.

Espero que cuando me leas, tengamos la certeza de quién es el presidente electo, y si efectivamente Andrés Manuel es el ganador, puedo decir con gusto que lo respaldaré cuando sea necesario tal y como lo hice con el gobierno saliente gobierno pero que lo refutaré cuando yo crea que no está haciendo lo correcto. Apoyo crítico, le dicen.

PD. Si hoy México elimina a Brasil, decreto una semana de fiesta para todos los colaboradores de este sitio por el triunfo de todos los mexicanos. ¡Viva México!

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