Con la palabra Podemos Cambiar el Encono Social, Romo García
mayo 14, 2018
El presidente de la Cámara de Diputados, Edgar Romo García, afirmó que “no es través de las armas ni de la coerción civil, ni de la violencia, sino de la fuerza de la palabra y de la argumentación con lo que podemos cambiar el encono social y lograr la cohesión y la unidad de México”.
Aseguró que ante la situación política y social actual, es determinante que la oratoria sea parte fundamental de toda manifestación pública, a fin de elevar la interacción de ideas, el debate y avanzar en la construcción de acuerdos, pero sobre todo salvaguardar la armonía y la paz.
Aseguró que la palabra es la herramienta más poderosa para mejorar nuestra realidad, porque es la traducción de las ideas e iniciadora de los hechos.
Al inaugurar el “Taller Avanzado de Oratoria con especialización en debate público”, consideró que todos tenemos la obligación de usar la argumentación y la razonabilidad para que nuestro país encuentre la buena causa y pueda progresar hacia el futuro con mejores ciudadanos y beneficios para la sociedad.
El legislador subrayó que cada mensaje debe ser congruente con las convicciones de quien lo pronuncia, “sin caer en las palabras vacías, la demagogia, ocurrencias o recetas para ganar concursos”, pues a pesar de la impecable técnica o pulcritud con que se pronuncie, estaríamos ante un discurso vacío y un orador sin verdadero mensaje.
En este espacio de expresión, precisó, los jóvenes podrán enriquecer su formación teórico-práctica en el ejercicio de la elocuencia; además, no olvidemos que la función social de la oratoria y del debate lleva implícita la responsabilidad de servir a las mejores causas sociales.
La oratoria para algunos es arte, para otros puede ser técnica; sin embargo, es un poco de ambas cosas y requiere de manera indispensable conocimiento de causa. “El orador siempre deberá justipreciar el tema de que habla y el auditorio al que se dirige; si es capaz de lograr la sintonía con su mensaje, estaremos ante un locutor capaz y un efectivo debatiente”.
